Dios (15) ¿Omnipotente? ¿Inmutable?

“Creo en Dios Padre, todopoderoso…” Dios es omnipotente, afirman a diario y por todo el mundo los creyentes. Omnipotencia, como su etimología indica, quiere decir que Dios todo lo puede o que no hay nada que no pueda hacer.
No vamos a caer en la vulgaridad de preguntar si Dios puede realizar acciones que para el pensamiento humano son imposibles. Pero es curioso que los creyentes sí admiten imposibles naturales (los milagros), aunque no imposibles lógicos (Dios no puede hacer un círculo con cuatro lados o sumar dos más dos para que dé 5).
La omnipotencia de Dios no es otra cosa que una paradoja, es decir, una proposición de la que no se puede decir si es falsa o verdadera porque una proposición paradójica encierra dentro de si su propia refutación.
Los teólogos, también en su infinito conocimiento de las cosas de Dios, afirman algo evidente, que Dios es omnipotente precisamente porque puede hacer cosas “lógicamente” posibles. Desafíos a las leyes naturales que él mismo ha establecido no caben en el concepto de Dios.
Dejemos de lado ese desafío primero a tales postulados, cual son los milagros, porque los teólogos e intérpretes cualificados de Dios tendrían que hacerse mirar su titulación académica. Dios sólo puede realizar acciones “lógicamente” posibles. En lo que hace relación al Universo esta lógica quiebra, porque un Universo creado en el tiempo y con tiempo no cabe en la “lógica” de lo que presupone el concepto “Dios”.
Otro tanto se puede decir de la característica divina de la “inmutabilidad”. Aseveran que Dios no cambia; su naturaleza es eterna, inmarcesible como gustan en llamar.
Al igual que los humanos, Dios tiene voluntad e inteligencia. No podemos calibrar el modo de ejercer tal voluntad e inteligencia dentro de esa inmutabilidad, porque el ejercicio de las mismas supone cambio.
En lo que a nosotros nos afecta, dado que no conocemos los otros mundos que pudo crear Dios (quizá alguno le saliera menos imperfecto que éste), ¿cuándo y cómo se le ocurrió crear nuestro Universo?
La débil inteligencia humana ha llegado a la conclusión de que el Universo comenzó a funcionar por su cuenta a partir del “big bang”, aunque otros hay que, presuponiendo un antes, el universo es infinito, a lo que otros replica, especialmente los creyentes, que esto no puede ser porque sería asimilar el Universo a Dios. A tal explosión inicial se le calcula un lapso de tiempo de entre 13.761 y 13.835 millones de años. Sea como sea, hay un inicio. En Dios se generó un inicio voluntarioso, algo inconcebible dentro de su inmutabilidad.
https://es.wikipedia.org/wiki/Edad_del_Universo
Por decirlo con otras palabras, esa voluntad inmutable debió existir desde siempre y continuar para siempre: Dios ha estado creando siempre y desde siempre. El deseo de crear debe permanecer aún después de haber creado ese algo. ¿Pero dónde cuadra ese inicio de nuestro Universo? Incongruente.
Ya chirría en nuestros oídos la respuesta de un creyente: “Dios es inmutable. Esas elucubraciones están fuera de lugar. Conjugar el inicio temporal del Universo con su inmutabilidad es un misterio que no podemos llegar a vislumbrar. O se acepta o no se acepta. Nuestra inteligencia limitada no puede ni rozar el misterio que es Dios”.
Pues vale, dejaremos de pensar.