Humanismo dentro de la religión.

Hoy va de apologética y profilaxis bloguera. No queremos entrar en los grandes términos --Humanismo, Religión-- sino referirnos a algo más concreto y de andar por aquí: "Humanismo sin credos", una casa más dentro de las murallas de Religión Digital.

Damos por sentado, al menos quienes nos albergamos en esta plaza, que Humanismo y Religión se dan de palos. Ni la religión es “humana” en lo que hace relación a lo más humano del hombre (su capacidad de pensar y deducir… y también de reír, porque en la religión no se ríe nadie) ni el “humanismo” puede caber en el ámbito religioso, por más que algunos se empeñen en ello. Hablar de “humanismo cristiano” siempre nos ha parecido algo así como hacer encaje de bolillos o tratar de introducir aire en un cesto.

¿Qué hace, pues, un blog pretendidamente humanista en un portal religioso, Religión Digital?

Ni se sabe, aunque por el sesgo de seis años acá, a algunos más les parece querer meter el dedo en el ojo del crédulo que otra cosa. De ahí la “santa ira” con que algunos claman por su destierro; de ahí la “santa furia” que genera; de ahí el “santo homicidio” –verbal, por supuesto— que ciertos cadáveres del siglo XVI pretenden ejercer contra nosotros para vernos cadáveres intelectuales como ellos.

Vamos, pues, a puntualizar:

1.- Todos los blogs tienen su propia idiosincrasia; y por tanto, las personas nos sentimos más o menos identificadas con la línea editorial de unos más que de otros. Y ahí está la diferencia. Si este blog tiene sentido, no es por la sistemática "oposición" a la fe y a la Iglesia, sino por presentar un punto de vista "humano", sin credos, partiendo de la "razón pura".

Y esto no va contra nada ni contra nadie. En todo caso va contra las ideas, que éstas son atacables en todo momento y lugar. En un blog de HUMANISMO se debe partir de la PERSONA. Podríamos matizar más y modificar el titular; simplemente añadir una coma: “Humanismo, sin credos”, es decir “humanismo puro”. Los credos serían adjetivos. El verdadero Humanismo no puede llevar adjetivos. Porque, en ese caso, el adjetivo pasaría a ser lo “sustantivo”.

2.- ¿Qué hace una persona normal --ellos lo tildan de incrédulo, de ateo-- en un portal religioso? Podrían ser varias las respuestas:

Una. A muchos que la religión intitula como laicos interesan Dios y la religión. Quizá mucho más que a bastantes crédulos. No es necesario ser creyente para estar interesado por las religiones. Basta ser humano y librepensador. La religión es un "hecho", está ahí, condiciona la vida de millones de individuos, estimula, ayuda... Como tal "hecho" no se puede negar, pero sí se puede analizar. Y como conjunto de ideas, rebatir.

Dos. Por “cultura humanística”. Por la misma razón que leemos la prensa, aunque no sea de nuestra “cuerda”; por la misma que nos preocupamos por los avatares políticos o económicos sin ser ni profesionales de la política ni economistas.

Tres. Porque, “sobre todo” en un blog que se rotula “Humanismo sin credos”, caben todas las opiniones que respeten la tolerancia, por una y otra parte. Y así, con nuestras aportaciones , que no imposiciones, equivocadas o no, quizás ayudemos a algunas personas que, aunque creyentes, puedan vivir con dudas o perplejidades. Si nuestras apreciaciones valen para algo, pues, perdónesenos la incongruencia, ¡bendito sea Dios!

De lo que se trata, en este blog es "intentar" inducir a los "creyentes-crédulos" no a que "no crean", sino a que "no crean en lo que es increíble", si creen.


3.- Espetan que nuestra vesania va contra la Iglesia. Lógico, porque nos movemos en el ámbito occidental, en España, donde la Iglesia bien que avejentada, sigue viva. ¡Pero también fustigamos las creencias de otras religiones! Criticamos la credulidad en general. A esto algunos lo tildan de “anti”. Lo correcto sería decir “frente a”. Curiosamente encontramos en este mismo recinto bastantes blogs y foros con pátina religiosa donde también se hace crítica, y en algunos casos, más severa. Luego no estamos tan errados. Cuando el río suena...

Estamos en un portal de Religión, por tanto hablamos de ella. En un blog político o económico hablaríamos de política o de economía. Quienes frecuentan esta página suponemos que son personas a quienes les interesa la religión y mayormente son cristianos bautizados. Para ellos escribimos. Y no caigamos en el tópico de que “todo es debido a este furibundo ataque laicista de nuestra sociedad”. Esto ya ha quedado trasnochado. Nos movemos en el mundo de las ideas y de las creencias, no en el de la realidad vital de las personas. Las ideas son cambiantes, mucho más las creencias.

Todos tenemos esperanza de que el mundo sea “otro”. Pero no sólo desde el punto de vista cristiano. También desde el laicismo. No son perspectivas creyentes el amor, en lugar de odios, el respeto en lugar de inquinas, la solidaridad, la paz, el perdón desterrando injusticias… .

Es algo humano, por tanto humanista. El “amor” a los demás lo demuestran también quienes, desde el agnosticismo, la increencia o simplemente la indiferencia hacia lo religioso, emplean su tiempo “desinteresadamente” a favor de los demás de la manera que sea. Y eso no es “manipular las palabras”. La manipulación estaría en considerar el “amor” como una característica “exclusivamente” cristiana.

4.- Y en referencia a los comentaristas contertulios. Es de agradecer la presencia de quienes entran exponiendo razones y explicando su postura contraria a la del blog. Los hay y con sobrada capacidad crítica.

Sin embargo, hay otros que, “gracias a Dios” se cuentan con dos dedos de la mano (no con dos dedos de frente) de todos conocidos (nec nominetur in vobis), fieles al blog como entrañables “animales de compañía” que personalmente los tengo catalogados entre Arniches y Valle Inclán; o sea , entre el sainete y el esperpento.
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