Nadie puede ser ateo porque Dios existe.

Eso sí, vamos a ponernos de acuerdo. 

Quisiera ser cortés con quienes califican descalificando, pero no puedo.  Me refiero a quienes una y otra vez tildan de "ateo" a todo aquel que aventa contradicciones, sinecuras, malas prácticas, irracionalidades o lacras de distinto signo en la inmaculada Iglesia. Ponen nombre al reo y así pueden asesinarlo. 

Quiero contestar de manera que nos podamos entender con quienes le llaman ateo a uno por hacer explícitos los sinsentidos que atenazan la mente de creyentes, eso sí, con aquellos que tengan la mínima capacidad crítica.

A este respecto, traigo a colación el rifirrafe del otro día entre Macarena Olona, diputada por Vox, y la entrevistadora que tildó de "ultraderecha" a tal partido. La Sra. Olona, previamente a responder, le pregunta a la periodista de El País, Elsa García de Blas: "¿A qué te estás refiriendo con extrema derecha? ¿Me puedes explicar los rasgos distintivos de la extrema derecha?"

Igual digo yo: "¿Me puede decir Ud. por qué soy ateo?" Pero yo contesto dando curso a mi pregunta: Yo no me considero ateo. ¡Cómo voy a negar la existencia de Dios/dios si tantos millones de personas creen en su existencia! ¡Claro que Dios/dios existe!

Y ahora viene el asunto medular sobre cuáles son los rasgos característicos del dios que uno defiende y otro niega: ¿Qué y quién es ese Dios/dios? ¿Cómo ponernos de acuerdo en qué características definen a Dios/dios? En primer lugar, es de suponer que siendo tantos los matices con que dios se ha mostrado al mundo, ese ente tiene que ser uno y unívoco, aunque se le invoque con distintos nombres, Allah, Visnú, Osiris, Zeus, Ra, Jehová, Dios trinitario... Y ese Dios debe tener la misma "validez" en unas u otras religiones, porque no creo yo que los griegos, los romanos o los egipcios fueran más tontos, estultos diría mejor, que nosotros, adorando a dioses antropomorfos o solares.

No pretendía extenderme, pero el asunto tiene más enjundia de lo que parece, porque incluso entre los creyentes cristianos el dios que adoran no tiene el mismo significado para unos u otros y cuya fe está desperdigada en multitud de creencias y prácticas. ¡Hay tal galimatías en el entramado crédulo! Dios Padre al que no se reza y al que apenas se acude; Jesucristo su hijo encarnado al que se reza sólo si se está ante el sagrario; el Espíritu Santo al que no se reza; María que lo inunda todo; los ángeles que guardan las cuatro esquinas de la cama del niño; los santos patronos de lo que sea o solucionadores de pérdidas o ausencia de novio... 

De ahí que yo, con iguales prerrogativas que los tales, pueda decir lo que digo; y que mis aserciones tengan la misma validez respecto al Dios/dios que rige la mente crédula de todos los creyentes. 

Nadie me podrá negar que Dios/dios venga a ser un arquetipo multi secular incrustado en la mente de las personas que sintetiza o engloba el sumo bien que no existe en la tierra; la suma justicia que trata a todos por igual; el juez que castiga lo que la sociedad no castiga; el que premiará con la felicidad a los que en este mundo no la tienen; el que inspira los buenos actos (aunque sea la propia conciencia la que inspire); el que siempre nos oye (aunque tal audición sea un soliloquio del creyente confirmando sus deseos); el que consuela ante los sinsabores de la vida.... 

En definitiva, que Dios es una idea que se ha esparcido por toda la humanidad desde el principio de la historia del hombre, inculcada y aprovechada, por cierto, por aquellos que se auto intitulan mensajeros de tal Dios. Dios es un producto del consenso de ideas; como idea colectiva subjetiva, se reviste de caracteres objetivos para ser amado y deseado: sujeto y objeto, reos de un proceso. 

¿Pero ese ser existe? ¿De la presencia mental societaria se puede trascender a la realidad existencial? Los creyentes DESEAN que exista, pero hay otros que afirman que el hombre no puede ni deducir la existencia a partir de un deseo ni pueden afirmar algo de lo que no hay demostración ni constancia alguna (Deum nemo vidit unquam). 

Resulta que para curarse en salud vienen a decir que a Dios sólo se le puede conocer por analogía, porque es inabarcable, inagotable y trascendente. Pues vale, ¿para qué aceptar algo que no se puede conocer? Pero resulta curioso que al no poder tener concepto de Dios, los creyentes lo truecan en sentimiento; así piensan que Dios es "sentimiento conceptual". Y tan anchos.

El dios que yo NO niego es la idea incrustada en la que creen los que creen. O concretando más y dirigiéndome directamente a quien quiera escuchar: 

Dios es tu propia conciencia; Dios eres tú que te hablas a ti mismo; Dios es un conjunto universal de deseos y aspiraciones; Dios es la concreción nominativa de todo el entramado de pensamientos y sentimientos que atenazan al hombre o lo animan a vivir. 

PENSAMIENTOS TÓPICOS MÍOS SOBRE EL DIOS DE LOS CRISTIANOS

⦁ Dios es un producto adquirido en el mercado de la cultura, por eso es más fácil admitir a Dios que negarlo. Pero admitido, lo difícil es echarlo, porque el creyente piensa que se sentirá vacío. 

⦁ Sin genuflexiones, inclinaciones, manos alzadas, incienso, murmullos, cantos, miradas, letanías, procesiones, velas, imprecaciones... Dios está desnudo, no existe ni sirve para nada.

⦁ Dios es fuego abrasador y la fe abrasa los corazones... Cuanto más contacto se tiene con la credulidad, más quemado sale uno y más apergaminado queda el cerebro. 

⦁ La existencia de Dios es una hipótesis científica no contradictoria que no está demostrada por indemostrable… ¡dado que no existe como realidad! 

⦁ Dios es una contradicción tan grande que, cuanto más piensa el hombre, más se evapora. 

⦁ Dios es una enfermedad incurable, aunque todavía goza de buena salud.

⦁ Dios es un ente salido de la mente que hace al hombre demente.  

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