Pensamientos para alimentar la vida.

Pensamientos desde un humanismo que no hace relación a credos pero que que coincide con ellos en lo que de humano tienen

Es la propia persona la que ha de trabajar para encontrar su plenitud y, como derivación, convertirse en miembro activo y positivo de la sociedad. Buscar y encontrar esos "mecanismos" de satisfacción personal no es tarea de los demás, no es algo delegable, es de cada uno. Lo que sigue es sugerencia para un programa de vida que reporte plenitud personal dentro de la "lógica" del vivir:

Conciencia de la implicación de cada uno en todo lo que le sucede: esconderse de la realidad no conduce a ninguna parte; "dar la cara" cuando uno está implicado en lo que acaece y también implicarse en lo que tenga que suceder o quiera que suceda; responder.

Hay que encontrar razones personales para actuar que vayan más allá de "lo que nos falta" y creemos que tienen los demás que generalmente son cosas.

Buscar el contento y la complacencia en las cosas pequeñas: en la naturaleza, en la convivencia, en el trabajo de cada hecho a la perfección: Éste será el "único" vehículo para transmitir sentimientos de regocijo y satisfacción.

La preparación mental para sufrir posibles desgracias ayudará a buscar la tranquilidad y el sosiego en todo. El que está preparado para las adversidades las supera con más facilidad, porque, al menos, tendrá las herramientas mentales de que no dispondrá en tiempos de crisis.

Convencimiento íntimo y dinámico de la unidad –mejor hablar de "unicidad”–  del ser humano: nada de "alma-cuerpo"; lo que sucede al cuerpo le sucede al "alma" y viceversa. La "actitud" es tanto corporal como mental. Somos un todo-uno. Recapacítese seriamente en este enunciado, que no es teórico y que tiene gran importancia para el buen "funcionamiento" de la persona. Una célula de la mano "piensa y sufre" y una emoción fuerte "agujerea" el estómago.

La cercanía al mundo "animal" nos debería hacer recapacitar en lo mal que tratamos al cuerpo: sedentarismo, inactividad, desplazamientos en vehículos, aire acondicionado, comidas inadecuadas y extraelaboradas... ¿Podemos "retornar" a la naturaleza y aprender de los animales? Cómo viven, cómo emplean sus órganos, cómo se alimentan, qué eligen, cómo se defienden de la naturaleza, qué desechan...

Relacionado con lo anterior, la nutrición: ¿qué y cuánto y para qué comemos? Sentirnos animales y obrar en consecuencia. Bueno es tener siempre en la cabeza la "pirámide" de la alimentación.

Los ataques al cuerpo también pueden provenir de la ciencia... y son las más "agresivas". Encontrar el equilibrio entre los beneficios que procuran la farmacología, la ciencia quirúrgica, la exploración... y las verdaderas laceraciones que producen, que no sólo dependen de la medicina. Cada uno ha de ser médico de su organismo, quizá por el estudio y búsqueda de "verdaderas" alternativas. ¡Cuidado con las sanaciones "crédulas"!

Ante el dolor... Primer pensamiento: de dónde viene. Segundo: cómo me afecta. Tercero: cómo me altera. Cuarto: qué remedios. Quinto: cómo me vence o cómo lo venzo. Delimitar, controlar y poner remedio.

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