La creación de Dios.

Entendamos el título acudiendo a la gramática, a lo que implica la preposición “de”, que puede adquirir un sentido subjetivo u objetivo. Subjetivo, si se refiere a “Dios como creador”; objetivo si es Dios el que es creado.

No es nuestra intención ni creemos que sea procedente abrumar con datos o profundizar en los asuntos que aquí se tocan. Generalmente lo que escribimos son ramalazos,  pensamientos, ideas… para compartir o discutir. El cansancio en quien lee es similar al cansancio que sufre el que escribe,  cansancio de consultar aquí o allá o constatar si es cierto lo que dice o ampliar temas que fácilmente cualquiera puede consultar por su cuenta.  De ahí que uno eche mano del acervo que nutre y bulle en el cacumen.

Éste es el caso del asunto que hoy nos trae aquí, ni más ni menos que el origen psicológico de Dios. O de cómo la idea y la figura de Dios surgen de lo más profundo del hombre, de las pulsiones que subyacen en el hombre. Dios no es algo que exista “ahí”. Dios es algo concebido por el hombre y para el hombre. Es una personificación que el psiquismo del hombre necesita, una concreción de aspiraciones y deseos, una proyección del psiquismo humano.

Para curarse de tal enfermedad proyectiva, lo primero que debiera saber el hombre es que tal proyección existe. Que luego ese dios creado sea compartido por otros o que unos pocos –sacerdotes, iglesias varias— se lo apropien para distribuirlo en forma de ritos o dogmas, es historia ligada a las distintas religiones que en la tierra han proliferado. Y que no han sido pocas.

Vayamos de forma esquemática a ese “de dónde nace Dios” según la psicología. Tómese cada punto indicado a continuación como enunciados para un tratado ontogénico de Dios:

  1. De la frustración humana. Si se quiere, y en términos tan caros a la teología, de la finitud humana. El hombre siente, sobre todo en determinadas edades, que su vida es corta, que no puede llegar a todo, que no puede dar satisfacción a sus aspiraciones...
  2. Del miedo, que se manifiesta en múltiples derivaciones:
    1. miedo principalmente a la muerte, que es el mal por excelencia
    2. a la enfermedad
    3. a los desastres naturales
    4. al poder arbitrario de señores de horca y cuchillo
  3. De los deseos humanos más normales y corrientes no satisfechos, que amanecen cada día o los genera en el diario devenir
    1. de felicidad
    2. de paz
    3. de bienaventuranza
    4. de posesión
    5. de goce
  4. De la sublimación de todo lo que de bueno hay en el hombre:
  5. la bondad
  6. la solidaridad
  7. la maternidad y la paternidad (ésta unida al poder y a la fuerza bruta)
  8. la autoridad y el poder bien ejercidos

¿Cómo dar cauce a todas esas aspiraciones? ¿Es posible dar plenitud y compleción a todos estos enunciados? ¿Puede el hombre con sus propias fuerzas alcanzar lo que sus deseos pretenden? En muchos asuntos la respuesta será negativa, porque el hombre es insaciable en sus aspiraciones. Desde luego, no las satisfará con placebos.

La sociedad arropa de tal modo al individuo que cuando ésta le brinda la seguridad necesaria, el hombre comienza a desprenderse de seguridades ficticias, seguridades que sólo eran artimañas,  sucedáneos de seguridad, es decir, dioses. En el fondo y a veces en la forma –en su pensamiento íntimo y, cuando la oportunidad le es propicia, en la expresión de tal pensamiento--, seguridades que él jamás sintió como tales. Tal la religión.

Hoy nuestra sociedad le ofrece la posibilidad de expresar libremente lo que piensa; le ofrece seguridad jurídica, al menos “de jure”; la sociedad le ofrece trabajo remunerado según una correspondencia pactada; la sociedad le garantiza un tratamiento sanitario altamente cualificado y en alto grado efectivo contra enfermedades otrora mortales de necesidad... ¿Para qué necesita sucedáneos salvadores?

Sí, quedan otros aspectos por considerar –vivencias espiritualistas, deseos del corazón, superación del materialismo, imaginación artística—de donde parece que puede surgir algún que otro dios, pero esto es harina de otro costal.

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