Caras, cuentos y pétalos de luz

José Luis Martín, periodista de toda la vida y escritor prolífico, acaba de publicar en “Líber Factory, no uno, sino dos libros, cuyos títulos yo engarzo en la cabecera de esta presentación con la frase “Caras, cuentos y pétalos de luz,” aproximándome, maravillado y con cordialidad, a  la verdad del rico y plural contenido escrito y descrito de las páginas de los volúmenes.

 “Caras, cuentos y poesía” es el título completo de uno de ellos, con sus 312 páginas de fantasía, lirismo e ironía “cuentista”, del mejor género y estilo en la materia, del que tan necesitada está la literatura actual, como respuesta cabal a los problemas que padece, y padecerá, en el marco y ámbito en los que nos ha correspondido vivir, a nosotros y a los nuestros, es decir, a todos, dado que unos y otros, con eso de la globalización, todos somos verdaderamente “uno”. El convencimiento de que si no se es “uno”, no se llega siquiera a “ser” y a formar parte de la sociedad a la que nos pertenecemos en cualquiera de sus estamentos, es algo entrañablemente vivido por José Luis, tal y como lo refleja con nitidez, soltura y poesía en toda su larga y estimada producción literaria…

“Pétalos de luz”, con sus 316 páginas, es un armario de bellas, -tristes o alegres, según”, poesías. No pocas de sus páginas están enriquecidas además con sugerentes y originales dibujos rubricados con la firma homónima de “José Luis Martín Sánchez”, religado al autor con indelebles vínculos filiales. “Porque nada hay como esperar/ sin que las fuerzas decaigan/y el orbe se adapte a ti,/ como juguete que fuera,/ ser en las manos de un niño,/ el relámpago que enciende,/ la imaginación que despierta/ convertida en un delirio”.

Como debe ser un periodista, un escritor y una buena persona, José Luis Martín, es un poeta. Creo con sinceridad que tal es su profesión, vocación y oficio que, a medida que ha ido creciendo y “jubilándose”, se le nota más y mejor.

¡Enhorabuena también para el equipo profesional editor “Líber Factory”, al que no se le escapó ni una sola errata, con tan tractiva confección y presentación de los textos¡  

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