"No entiendo la insensibilidad de Europa con los refugiados" "No entiendo que los obispos cambien de diócesis para 'promocionar' o 'ascender'"

Mitra
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"No entiendo que una persona (de hecho son miles de personas) para divertirse haya de torturar a un animal. El caso de los toros es sintomático de esta irracionalidad"

"No entiendo a los políticos que mienten deliberadamente y que se enzarzan en insultos y descalificaciones, perdiendo el tiempo inútilmente, en vez de solucionar los problemas de la gente"

"No entiendo que los obispos cambien de diócesis para “promocionar” o “ascender” de una sede episcopal “menor” a otra “mayor”

Es cierto que el hombre (y la mujer) es un misterio y por eso hay muchas cosas que no llegamos a entender en las decisiones o aficiones que tenemos.

No entiendo que una persona (de hecho son miles de personas) para divertirse haya de torturar a un animal. El caso de los toros es sintomático de esta irracionalidad, que es todavía mayor aun cuando los defensores de la tauromaquia califican a este espectáculo como cultura.

No entiendo que aquellos políticos que tienen la oportunidad (y el deber) de poner freno al cambio climático y al hambre, no hagan nada por acabar con estas tragedias.

No entiendo a los políticos que mienten deliberadamente y que se enzarzan en insultos y descalificaciones, perdiendo el tiempo inútilmente, en vez de solucionar los problemas de la gente.

Mentirosos

No entiendo que la Casa Real española en su web, ponga una versión en catalán y otra “diferente” (?) en valenciano (pero no haya ninguna versión en canario ni en extremeño), aunque si clicamos tanto una versión como la otra, solo aparecen los títulos en la lengua de Ausiàs March y todo el resto en castellano.

No entiendo tampoco las toneladas de comida que cada año (frívolamente) tiramos a los escombros.

No entiendo la decisión del Tribunal Supremo de atacar la lengua catalana, con la nulidad de buena parte del Decreto que regula la Oficina de Derechos Lingüísticos de la Generalitat del País Valenciano e imponiendo un 25% de castellano en las escuelas de Cataluña, cuando la inmersión lingüística ha dado resultados óptimos. Y es que no entiendo que los jueces hayan de legislar como si fuesen diputados o senadores.

No entiendo que los obispos cambien de diócesis para “promocionar” o “ascender” de una sede episcopal “menor” a otra “mayor”.

No entiendo que la gente que no se había querido vacunar, ahora lo haga para tener el certificado (o pase Covid) y así poder viajar y poder entrar a gimnasios, hospitales, restaurantes y residencias de gente mayor.

No entiendo tampoco que se pida el pase Covid para entrar a hospitales y restaurantes, y por el contrario haya en las residencias y en los hospitales enfermeras o médicos que no se han querido vacunar y en los restaurantes, camareros que tampoco lo han hecho.

Sin vacunas

No entiendo que en el Tercer Mundo haya un índice de vacunación tan bajo y no porque sus habitantes no se quieran vacunar, sino porque no les llega la vacuna.

No entiendo que los no vacunados se quejen de la obligatoriedad del pase Covid, afirmando que es una medida dictatorial, cuando sí han de cumplir las normas de circulación, llevar el cinturón de seguridad o no superar la tasa de alcoholemia permitida para poder conducir un vehículo.

No entiendo a la gente que no se ha querido vacunar, cuando los médicos han demostrado que más del 60% de los ingresados en las UCIs son personas no vacunadas.

No entiendo el sueldo tan exagerado de los políticos, cuando hay tantas personas que no pueden llegar a finales de mes. ¿No es una vergüenza que en las Corts Valencianes, Unidas Podemos haya avalado subir el sueldo de los altos cargos un 2%? (Levante, 10 de noviembre de 2021). ¿No protestaban contra la casta?

No entiendo que, en pleno siglo XXI, en el estado español una mujer no pueda ser reina (a parte del anacronismo de la monarquía) si tiene un hermano.

No entiendo la insensibilidad de Europa con los refugiados, mientras mueren miles de hombres, mujeres y niños en el Mediterráneo.

No entiendo que un hombre, una mujer o un niño puedan ser “ilegales”. ¿Lo eran los “conquistadores” que llegaron a América sin papeles?

Refugiados afganos atrapados en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.
Refugiados afganos atrapados en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Attila Husejnow / SOPA Images Via / DPA

No entiendo que si nos disponemos a celebrar la Navidad, algunos se empeñen en difuminarla o disfrazarla, como si no se tratara de celebrar el nacimiento de Jesús en Belén sino de otra cosa.

No entiendo que el Sr. Martínez Almeida, alcalde de Madrid y el Sr. Pablo Casado, presidente del PP, consideraran justificados los silbidos al presidente Pedro Sánchez, en el desfile del 12 de octubre, porque, según ellos “representan el sentir de la calle”, mientras que cuando se silba el himno español en una final de la copa del rey entre el Barça y el Bilbao, no aceptan que eso silbidos también representen el “sentir de la calle”. Por el contrario, estos mismos políticos que justifican los silbidos al Sr. Sánchez, después lleguen a amenazar con clausurar el estadio y que el partido se juegue sin público, si se silba el himno español.

Puede ser que todo eso que he dicho sea un misterio, y por eso no lo entiendo. O puede ser que no sea ningún misterio, sino que solo sea la incoherencia humana y la falta de criterio, de rectitud y de solidaridad.

Seguramente alguien me dirá que también es un misterio la Santísima Trinidad y que no lo entiende. Y tendrá razón en decírmelo. Pero como he dicho al principio: el hombre es un misterio. Y no pequeño.

Puede ser que estas cosas que no entiendo, se den porque hay gente que no piensa lo que dice, que no dice lo que piensa y que hace, lo que no piensa ni dice.

Decir sí

Jesús en el Evangelio nos dice: “Cuando digáis sí, que sea realmente sí; cuando digáis no, que sea realmente no” (Mt 5:37). Seguro que si siguiéramos este consejo de Jesús, las cosas irían de otra manera.

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