"La sencillez y la simpatía de la Pilarín, valen más que cien homilías" Pilarín Bayés, un estallido de alegría en TV3: "Dios cree en la gente"

Pilarín Bayés
Pilarín Bayés

"El documental de TV3, 'La Pilarín', de Dani Feixas, el pasado 22 de marzo, dedicado a esta gran dibujante, nos emocionó a todos los que pudimos verlo"

"En medio de un mundo insolidario y lleno de odios, las palabras de la Pilarín, nacidas de un corazón limpio, y su mirada de niña, con sus ojos transparentes y confiados, nos hicieron un gran bien"

"Mujer comprometida en la defensa de los Derechos Humanos y con una Cataluña independiente, la Pilarín es una mujer decidida, trabajadora y feminista, que podemos descubrir detrás de las historias de sus dibujos, siempre tan entrañables"

"En un mundo postmoderno, donde solo cuenta la eficacia y la eficiencia, la belleza de los dibujos de la Pilarín, siempre con la sonrisa en los labios, llegan a los pequeños y también a los mayores"

De esta manera definía el escritor Màrius Serra, a Pilarín Bayés, una mujer admirable y a la vez sencilla. Y el presentador de televisión, Òscar Dalmau decía que a Pilarín, “siempre la he visto sonriente”. Y es que el documental de TV3, “La Pilarín”, de Dani Feixas, el pasado 22 de marzo, dedicado a esta gran dibujante, nos emocionó a todos los que pudimos verlo. La sencillez, la alegría y la simpatía de la Pilarín, valían más que cien homilías de sacerdotes.

En medio de un mundo insolidario y lleno de odios, las palabras de la Pilarín, nacidas de un corazón limpio, y su mirada de niña, con sus ojos transparentes y confiados, nos hicieron un gran bien, nos llenaron de esperanza y nos reconciliaron con la humanidad.

Dibujo de Pilarín Bayés
Dibujo de Pilarín Bayés

En medio de tantas rupturas familiares, la Pilarín, una mujer creyente, recordaba a su marido, ya difunto, con gratitud: “Lo añoro mucho” y por eso daba gracias por haber envejecido juntos los dos, como una “cosa bonita”. Mujer de fe, la Pilarín decía que la muerte de su marido fue “una “despedida” alegre” y que aquel adiós, “me dio más paz que pena”. Por eso la Pilarín hacía memoria de San Francisco de Asís, cuando nos recordaba que “la muerte es una hermana amiga”.

Pero además de ser una mujer de fe, la Pilarín, “es la mujer más solidaria que conozco”, se decía de ella en el documental. Y aún, la humildad de esta gran mujer, hasta el punto que cuando alguno de sus detractores la han despreciado, llegando a decir que los dibujos de la Pilarín son un arte “pequeño”, ella, que, con sencillez, se considera solo una dibujante, decía: “A mí no me ofendía”. Y lejos de enorgullecerse por sus 1000 libros publicados, afirmaba: “A mí me es igual ser mayor o menor”.

Por los años que ya tiene, decía con toda naturalidad: “Hemos de aceptar el hecho de hacernos mayores” y ante la posibilidad de dejar de dibujar, afirmaba sin ningún de pesar: “Pienso que me lo he de plantear con humildad. Sería bonito saberlo dejar”, ya que “me sabría mal pasarme de rosca”.

Mujer creyente, una hija suya decía: “A mí la figura de Jesús, mi madre me la ha descubierto mucho” y por eso afirmaba también de la Pilarín, que “es una de las cristianas más auténticas que conozco, muy compasiva, que intenta ayudar, intenta hacer el bien”. Además, y a pesar de que, en los años sesenta y setenta, no estaba de moda entre los intelectuales ir a misa (y decirlo, como lo dijo ella misma en el documental), la Pilarín decía: “Si puedo voy cada día”, pero no “como una obligación. Lo siento como un privilegio que tengo”.

Pero lo que, seguro, nos emocionó a muchos, fue cuando refiriéndose a sus hijos, que, por decirlo así, no son de misa, la Pilarín nos recordaba que les decía a ellos: “No hace falta que tu creas en Dios; lo más importante es que Dios crea en ti y Dios cree en la gente”. Por eso, en su gran bondad, Pilarín afirmaba de los que tienen un corazón bueno, aunque no vayan a misa: “Creo que a esta gente, Dios se los mira con muy buenos ojos”, como el Padre de la parábola, que acogió con amor al hijo que volvió a casa.

En un mundo postmoderno, donde solo cuenta la eficacia y la eficiencia, la mirada limpia, la sonrisa sincera y la ternura de la Pilarín, nos muestran que, como decía Pascal, “el corazón tiene razones que la razón desconoce”. Y por eso la belleza de los dibujos de la Pilarín, siempre con la sonrisa en los labios, llegan a los pequeños y también a los mayores.

Història de Catalunya
Història de Catalunya

Mujer comprometida en la defensa de los Derechos Humanos y con una Cataluña independiente, que nunca se esconde de decir lo que piensa, a la Pilarín le van como anillo al dedo aquellos versos de la canción, “The conegut sempre igual”, de Raimon: “El cabello blanco, la bondad en la cara, los labios finos, dibujando una sonrisa”.

Y es que la Pilarín, una cristiana de verdad, con sus bellísimos dibujos y con su ternura y calidez humana, nos es testigo de alegría y de esperanza, en medio de tantos desastres y de tantos odios. Por eso sus palabras y su testimonio de mujer creyente y solidaria, nos hace más bien que cien homilías de curas.

La Pilarín es una mujer decidida, trabajadora y feminista, que podemos descubrir detrás de las historias de sus dibujos, siempre tan entrañables.

“Dios cree en la gente”, nos decía la Pilarín en este documental. Y es esta excelente dibujante la que nos muestra, con su sonrisa y su ternura, la bondad de este Dios que mira a los hombres “con muy buenos ojos”.

Pilarín Bayés

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