Formó parte de la comisión encargada de poner en práctica la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II 25 años de la muerte del P. Jordi Pinell, monje y liturgista

Monasterio de Montserrat
Monasterio de Montserrat

Actor en su juventud, Joan Pinell siempre fue un firme defensor del catalán, en aquel momento una lengua prohibida por el franquismo. A pesar de esto, en 1945, y con solo 24 años, publicó su primera poesía en catalán

Como enfermero de la comunidad en aquel momento, pude cuidarlo y tratarlo de una manera muy estrecha. El P. Jordi Pinell fue una persona socarrona y divertida, de una gran sabiduría y de una, aún más, gran humanidad

El 8 de enero de 1997, hoy hace 25 años, moría en Montserrat el P. Jordi Pinell, un hombre de una gran bondad y de una gran sabiduría.

Joan Pinell (su nombre civil), había nacido en Barcelona el 7 de mayo de 1921 en el seno de una familia sencilla. Después de sus estudios primarios cursó contabilidad y trabajó en este sector en diversas empresas. Su interés por la literatura, ya desde muy joven, hizo que a sus 13 años, el adolescente Joan Pinell escribiera en verso su primera obra teatral. Actor en su juventud, Joan Pinell siempre fue un firme defensor del catalán, en aquel momento una lengua prohibida por el franquismo. A pesar de esto, en 1945, y con solo 24 años, publicó su primera poesía en catalán.

Miembro de Acción Católica, en 1944 Pinell se hizo oblato de Montserrat y el año siguiente entró en este monasterio para ser monje. Se le asignó el nombre monástico de Jordi e hizo la profesión temporal el 6 de agosto de 1947 (ahora hace 75 años) y tres años más tarde hizo la profesión solemne. Finalmente, en 1953 fue ordenado presbítero.

Toma de posesión del nuevo abad de Montserrat
Toma de posesión del nuevo abad de Montserrat

En Montserrat fue profesor de los monjes en etapa de formación, de catalán, de liturgia, de griego antiguo y de literatura universal. Además, con una buena voz de tenor, el P. Jordi Pinell había sido solista en el coro de los monjes, en la oración litúrgica.

A partir de 1951, el P. Pinell se encargó de la Revista “Serra d’Or”, que en un primer momento fue el órgano del “Chor Montserratí” y más tarde, una publicación del monasterio, como lo es aún ahora.

Cuando se le encargó que preparara “La Corona Literària”, ofrecida a la Virgen de Montserrat (1957), el P. Jordi Pinell entró en contacto con los mejores poetas y prosistas de lengua catalana para elaborar este trabajo.

Durante el tiempo que pasó en Roma, el P. Jordi Pinell fue profesor del Pontificio Instituto de Liturgia de San Anselmo y también profesor de catalán en la Universidad romana La Sapienza. Además sus obras de poesía y de sus trabajos de investigación sobre liturgia, el P. Pinell escribió una extensa novela, (L’últim), que me dio a leer, muy bien estructurada y centrada en la vida de un suburbio de Roma, el Trullo.

Desde el 1964 el P. Pinell formó parte de la comisión encargada de poner en práctica la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II.

En 1966 defendió su tesis doctoral sobre “Las horas vigiliares del oficio monástico hispánico”. De hecho, el P. Pinell fue un reconocido especialista en el rito hispánico antiguo y por eso dirigió diversas tesis y tesinas a numerosos alumnos de San Anselmo.

Como recordaba el P. Alexandre Olivar, monje también de Montserrat, el P. Jordi Pinell centró “sus esfuerzos científicos principalmente, en la reconstrucción de las partes perdidas del oficio hispánico y en la identificación de los principales autores de los textos eucológicos no bíblicos, del mismo rito”.

Uno de los libros de Pinell

El P. Pinell dejó Roma en 1991 y volvió  a Montserrat debido a que se agravó su enfermedad. Por eso, como enfermero de la comunidad en aquel momento, pude cuidarlo y tratarlo de una manera muy estrecha. El P. Jordi Pinell fue una persona socarrona y divertida, de una gran sabiduría y de una, aún más, gran humanidad.

El P. Jordi Pinell, después de diversos ingresos al hospital de Manresa, murió en la enfermería de Montserrat el 8 de enero de 1997, hoy  hace 25 años. El P. Pinell, un hombre sabio y de una gran bondad, dejó en la comunidad un recuerdo imborrable por su erudición, su buen humor y por su bonhomía.

Primero, Religión Digital

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