"La defenestración del Sr. Casado, demuestra que la política (y no solo en el PP), es una selva" El mundo al revés o la vertiginosa caída de Pablo Casado

Ayuso y Casado
Ayuso y Casado

"Ha sido él el censurado (y su secretario general), por el simple hecho (del todo normal), de haber intentado esclarecer si hubo corrupción"

La presidenta de Madrid (y su hermano), han quedado delante de la opinión pública como víctimas, pero que, por arte de magia, han salido airosas de esta “vendetta"

El mundo al revés podría ser la síntesis que explicaría la vertiginosa caída del Sr. Pablo Casado, presidente hasta hace unos días del PP. Y es que por el mero hecho de pedir explicaciones a la Sra. Díaz Ayuso, en relación al trabajo del hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, el Sr. Casado ha terminado dimitiendo, ya que las explicaciones que él pedía, no solo no se las han dado, sino que además le ha salido el tiro por la culata.

El papa, diversas veces, ha elogiado a los políticos cuando éstos entienden la política como un servicio a favor de los ciudadanos. Pero la defenestración del Sr. Casado, demuestra que la política (y no solo en el PP), es una selva, con una jauría de personajes que están al acecho para atacarse mutuamente, poniendo de manifiesto el tan conocido refrán, de que en la vida hay “amigos, enemigos y compañeros de partido”. Éstos últimos, los más feroces. 

La caída vertiginosa del Sr. Casado, no hubiese tenido lugar si los políticos dejasen de lado sus egos, envidias, orgullos, recelos, desconfianzas y venganzas. 

Casado y Ayuso

Aunque parezca mentira, el Sr. Casado ha perdido la confianza del partido, simplemente por una cosa tan sensata como intentar averiguar si el hermano de la presidenta Isabel Díaz Ayuso, había cometido algunas irregularidades con la comisión que cobró por su gestión para conseguir mascarillas en plena pandemia. 

Lo curioso de la dimisión del Sr. Casado y por eso su caída, confirma la teoría del mundo al revés. Y es que ha sido él el censurado (y su secretario general), por el simple hecho (del todo normal), de haber intentado esclarecer si hubo corrupción o como mínimo, una actitud poco ética por parte del hermano de la Sra. Díaz Ayuso.

Por el contrario, la presidenta de Madrid (y su hermano), han quedado delante de la opinión pública como víctimas, pero que, por arte de magia, han salido airosas de esta “vendetta”. Incluso (y esto confirma la situación anómala de este enfrentamiento), hubo manifestaciones en contra del Sr. Casado y a favor de la Sra. Díaz Ayuso, debido la fe ciega y a la sintonía (e incluso veneración) de los militantes del PP con la presidenta de Madrid.       

Paradójicamente, los barones del PP que habían apoyado al Sr. Casado en el congreso de 2018, se pusieron del lado de la presidenta Díaz Ayuso y en contra del presidente de su propio partido y de su secretario general, sin saber si los hechos que el Sr. Casado quería investigar, tenían algún fundamento o no.

Ayuso y Casado

Lo que es evidente (por más irracional que parezca), es que al Sr. Casado que estaba esperanzado en esclarecer este asunto, al final no lo ha conseguido y todo ha quedado en agua de borrajas. Al presidente del PP no le ha salido como esperaba, sino todo lo contrario, ya que su intento por saber si el hermano de la presidenta de Madrid había actuado correctamente, ha desembocado en un desenlace decepcionante, que, por increíble que parezca, ha acabado con la vida política del Sr. Casado y del Sr. García Egea.

El papa Francisco en la encíclica Evangelii Gaudium defiende la actividad política, ya que “es una altísima vocación, una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común” (EG nº 205). Y en la encíclica Fratelli tutti, el papa pide a los políticos mejorar la política, para que esté siempre “al servicio del verdadero bien común” (nº 154). Y por eso no puede haber “un camino eficaz hacia la fraternidad universal y la paz social, sin una buena política” (nº 176). En esta misma encíclica, Fratelli tutti, y concretamente en el capítulo 5 (La mejor política), el papa da una pautas para los políticos (nº 177, 178 y 179), para que la acción política no se someta a la economía ni a la tecnocracia, para que busque el bien común y lidere los cambios, convocando a los otros. 

Estoy seguro que en la reyerta (a muerte) del Sr. Casado con la Sra. Díaz Ayuso no han tenido en cuenta las palabras del papa para buscar, por medio de la política, el bien de los ciudadanos, sino que se han dejado llevar por envidias, recelos y desconfianzas

Pero lo que más me ha sorprendido, como he dicho antes, es que el Sr. Casado, que pretendía saber la verdad sobre la comisión del hermano de la presidenta de Madrid, ha salido perjudicado. Y por el contrario, la Sra. Díaz Ayuso ha salido indemne de este rifirrafe y, además, reforzada, ganando el pulso que ha tenido con el hasta hace unos días presidente del PP

Feijóo, Ayuso y Casado

A la vista de esto, hemos de aceptar que se ha dado carpetazo a un caso oscuro, como decía el Sr. Casado, ya que pedía que la Sra. Díaz Ayuso aportara toda la documentación para aclarar las dudas sobre su honorabilidad. Y por el contrario, ha sido él el que ha salido perdiendo, no quedándole otra salida que dar un paso al lado, dejando así el escaño, la presidencia del PP y la política activa.

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