La madrugada de este viernes 1 de abril, ha muerto el obispo de Girona El obispo Francesc Pardo, un hombre sencillo, de talante dialogante y claramente catalanista

El obispo Francesc Pardo
El obispo Francesc Pardo

"El pasado 4 de octubre, con motivo de su santo, el obispo Francesc, daba 'gracias a Dios y a la Iglesia por la vocación cristiana' y a la vez pedía 'perdón, no solo por lo que he hecho mal, sino por lo que he dejado de hacer'"

"Home afable, cordial y muy cercano a la gente, le agradaba visitar las cerca de 400 parroquias de la diócesis para hacer la visita pastoral y charlar con la gente"

"Fue uno de los pocos obispos catalanes que apoyó la consulta del 9N y el derecho a decidir, y a no renunciar a las legítimas aspiraciones, pero 'enmarcándolas en la negociación, porque los conflictos se superan con acuerdos'"

"Hombre de corazón bueno, Francesc Pardo, que era un obispo sencillo y afable y catalanista, ya habrá sido acogido con un abrazo por el Dios que él tanto amó"

La madrugada de este viernes 1 de abril, ha muerto el obispo de Girona, Francesc Pardo, un hombre sencillo, de talante dialogante y claramente catalanista, comprometido con la lengua y la cultura de Cataluña. Era, juntamente con el arzobispo Joan Enric Vives, de la diócesis de Urgell, el obispo Romà Casanova, de Vic y el arzobispo Joan Planellas, de Tarragona un de los cuatro obispos de Cataluña formado en los seminarios catalanes.

El pasado 4 de octubre, con motivo de su santo, el obispo Francesc, daba “gracias a Dios y a la Iglesia por la vocación cristiana”y a la vez pedía “perdón, no solo por lo que he hecho mal, sino por lo que he dejado de hacer”. Al mismo tiempo, el obispo Francesc, a quien le gustaba trabajar en equipo, también daba gracias “porque todo lo que he intentado hacer, no hubiese sido posible sin vuestra colaboración”, en referencia a los presbíteros que ha tenido al lado. Y como ya estaba en tiempo de “prórroga”, ya que había presentado su renuncia por haber cumplido 75 años el pasado 26 de junio, el obispo Francesc, pensando en el nombramiento de un nuevo obispo, se ofrecía a continuar caminando “como a sacerdote, como obispo jubilado allí donde sea de la diócesis de Girona”.

Nacido en Torrelles de Foix en 1946, fue ordenado presbítero en 1973 y nombrado obispo de Girona, por el papa Benedicto XVI, en 2008.

Home afable, cordial y muy cercano a la gente, le agradaba visitar las cerca de 400 parroquias de la diócesis para hacer la visita pastoral y charlar con la gente.

El obispo Francesc fue uno de los pocos obispos catalanes que apoyó la consulta del 9N y el derecho a decidir. Así, en la fiesta de San Narciso de 2017, dos días después de la declaración unilateral de independencia, el obispo Francesc exhortaba a los cristianos a “convertirse en factores de convivencia, sin renunciar a las legítimas aspiraciones” de Cataluña, pero “enmarcándolas en la negociación, porque los conflictos se superan con acuerdos”. Y es que el obispo de Girona defendió siempre “el amor a las personas, y al país, a Cataluña”.

Un año antes, en la fiesta de San Narciso de 2016, el obispo Francesc exhortaba a los políticos a “construir puentes y a trabajar por la fraternidad”. Y aún, en 2013, el obispo decía: “Como Iglesia cabe recordar y defender los derechos fundamentales de los ciudadanos, y entre estos, el de poder opinar y ser escuchados en decisiones fundamentales”. Y en la misma fiesta, en 2019, el obispo Francesc pedía la libertad de los presos políticos independentistas, encarcelados por su participación la en el Procés.

Por otra parte, con motivo de la Diada Nacional de Cataluña, el mismo 2013, el obispo Francesc, en su carta semanal, recordaba que era “del todo necesario conocer la opinión real de todos o de la mayoría de ciudadanos de Cataluña”, afirmando, además, que “las objeciones legales no pueden ser una excusa para rechazar el diálogo”. Y por eso decía también, que era importante “partir del principio que las leyes se pueden modificar por el bien de los ciudadanos”. El obispo de Girona apostaba por “la cohesión social” y por evitar una “fractura” en la sociedad.

En la fiesta de San Narciso de 2020, en plena pandemia, el obispo Francesc recordaba que la misión de la Iglesia se ejerce “cuando defendemos la libertad de los pueblos, cuando se piden medidas de gracia” y cuando se ejerce “el poder con humildad, responsabilidad y convicciones éticas”.

No solo por su nombre, Francesc, el obispo de Girona hacía suya la encíclica del papa “Fratelli tutti”, sobre todo por lo que respecta al punto 216 de este texto, cuando dice: “Hablar de cultura del encuentro, significa que como pueblo nos apasiona intentar encontrarnos, buscar puntos de contacto, construir puentes, proyectar alguna cosa que incluya a todos. Eso se ha convertido en un deseo y en estilo de vida”.

Pardo

Por eso, como dice la Fratelli tutti, “el sujeto de esta cultura es el pueblo, no un sector de la sociedad que busca pacificar el resto, con recursos profesionales y mediáticos”. Y también, el obispo Francesc encarnaba así el punto 219 de la Fratelli tutti: “Un pacto social realista e inclusivo, ha de ser también un “pacto cultural”, que respete y asuma las diversas cosmovisiones, culturas o estilos de vida que coexisten en la sociedad”.

Ahora hace falta que, más pronto que tarde, el papa nombre un nuevo obispo de Girona, escogiendo a un presbítero de esta diócesis, abierto, plenamente conciliar, dialogante y comprometido con el país.

Hombre de corazón bueno, Francesc Pardo, que era un obispo sencillo y afable y catalanista, ya habrá sido acogido con un abrazo por el Dios que él tanto amó.

Pardo

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