"La juventud no está perdida, la juventud se organiza y reivindica" El futuro en precario no es una opción

El futuro en precario no es una opción
El futuro en precario no es una opción

"Las personas jóvenes nos encontramos en una situación muy precaria a la hora de trabajar. Tenemos los salarios más bajos, temporalidad, contratos encubiertos en “convenios de prácticas” y parcialidad no deseada"

"Trabajamos y nos formamos a cambio de nada para escuchar discursos constantes de que la juventud está perdida…"

"La juventud no está pérdida, la juventud se organiza y reivindica lo que le pertenece: el derecho a unas condiciones dignas donde la vida, y no el trabajo, sea el centro"

Las personas jóvenes nos encontramos en una situación muy precaria a la hora de trabajar. Tenemos los salarios más bajos, temporalidad, contratos encubiertos en “convenios de prácticas” y parcialidad no deseada.

Parece que por ser jóvenes estas pésimas condiciones están justificadas, que conforme cumplamos años se solucionará. Nos tratan como a ciudadanía de segunda, no hay que solucionar nuestros problemas porque es normal que la juventud esté precarizada. No, por ser jóvenes no tenemos que trabajar gratis o echar más horas.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Y lo que es aún peor, trabajamos y nos formamos a cambio de nada para escuchar discursos constantes de que la juventud está perdida. Frente a la falsa figura del nini (3% de la juventud), una de cada tres trabajamos y estudiamos a la vez. Ni siquiera así podemos tener derecho a elegir nuestra vida, a emanciparnos, sino que estamos obligadas a compartir piso con desconocidos de alquiler porque es la única forma de tener acceso a una vivienda.

"Nuestra situación es tan precaria que trabajar no es suficiente para poder tener un proyecto vital"

Nuestra situación es tan precaria que trabajar no es suficiente para poder tener un proyecto vital. Todo esto supone una situación de incertidumbre constantes que repercute en nuestra salud mental, sin poder acceder a servicios psicológicos mínimos.

La juventud no está perdida, la juventud se organiza y reivindica lo que le pertenece: el derecho a unas condiciones dignas donde la vida, y no el trabajo, sea el centro.

Viva la juventud trabajadora.

Las clases sociales en la España del siglo XXI (V): El nuevo proletariado -  Salud Pública y algo más

Volver arriba