Luz además es lo que necesitamos, a nivel social, económico, a nivel de conciencia mundial en la solidaridad y ayuda a los demás… luz en las conciencias, luz en el compartir, en la economía, en la salud de los más desfavorecidos. Luz, luz luz….
Desde el Concilio la Iglesia como templo se ve abocada a cambios arquitectónicos. La importancia del Pueblo de Dios como parte esencial de las celebraciones hacen que el 80% de los planos de plantas de las Iglesias cambien completamente
Seamos o no religiosos, la realidad es que nos sentimos admirados por la magnitud de la arquitectura que acompañan un lugar de culto
La gran mayoría de las iglesias, si no casi la totalidad, por sus dimensiones, alturas y posibilidad de recambio del aire eran espacios públicos que podían garantizar una cierta seguridad aplicando las clásicas medidas de distanciamiento social, separaciones de los recorridos y limpieza y desinfección constante de las superficies
Los nuevos templos tienen que romper el “esquema teatral”, porque esa disposición, fundamentalmente, separa el pueblo del clero y, sobretodo, ahora que vivimos esta emergencia sanitaria, experimentamos una profunda lejanía entre los mismos feligreses