Mientras rezan a bordo del avión

Una compañía aérea ofrece consejos sobre cómo rezar en el avión. No porque haya peligro, sino porque debe considerar que eso es lo normal entre algunos de sus viajeros

Me encuentro en Vietnam, para participar en el Capítulo General electivo de la Orden de Predicadores, que tiene previsto durar un mes, desde el lunes, 8 de julio, al domingo, 4 de agosto. Una de sus principales ocupaciones será elegir nuevo Superior General, denominado Maestro de la Orden. Esa elección tendrá lugar el sábado, día 13.

He viajado a Saigón con la compañía QatarAirways. Dicen que tiene fama de atender bien a la gente. En clase turista, al menos, yo no he notado mucha diferencia con otras compañías. Todo muy normalito. Pero algo me ha llamado la atención. En las pantallas del avión, junto con el plan de vuelo, aparecían una serie de anuncios. Uno de ellos decía en árabe y en inglés (por cierto, los únicos idiomas en los que se daban avisos y en los que hablaba la tripulación, cuando bastante más de la mitad del pasaje éramos españoles): “Please stay seated while praying on-board”. O sea: “por favor, permanezcan sentados mientras rezan a bordo”. También era llamativa la insistencia con la que aparecía este anuncio.

Es claro que el anuncio iba dirigido a los creyentes islámicos, para rogarles que, si tenían que hacer sus oraciones, no se pusieran de rodillas, mirando hacía La Meca, como suele ser práctica habitual en ellos. Aún así, sorprende que una compañía aérea ofrezca consejos sobre cómo hay que rezar, porque implícitamente está dando por supuesto que muchos de sus pasajeros lo van a hacer. Y lo van a hacer, no porque haya un peligro, sino porque eso es lo más normal para un creyente. Tener en cuenta las prácticas religiosas de las personas a las que uno se dirige, es un signo de respeto y de consideración. En el anuncio de esta compañía aérea hay una lección que muchas entidades (por decirlo de forma genérica), podrían aprender.

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