Las dos certezas del orante
Nunca podemos hacer de la oración un acto mágico, que busca obtener algo mediante el cumplimiento exacto de algún rito.
Nunca podemos hacer de la oración un acto mágico, que busca obtener algo mediante el cumplimiento exacto de algún rito.
Cuando lo que importa es “quién lo dice” y no “lo que dice”, la verdad queda desvinculada del bien y de la realidad, y pasa a depender del deseo del dictador de turno.
Hay que dejar de creer a base de signos para creer incondicionalmente. La resurrección no se prueba, se cree. Lo interesante es que Tomás termina por creer en la divinidad del resucitado sin...
Los creyentes de ayer y de hoy estamos llamados a correr en busca del resucitado y dar testimonio de él en todos los lugares.
Jesús fue rechazado por los hombres, abandonado por sus discípulos, y se sintió abandonado por Dios. Y, sin embargo, Jesús muere con esperanza.