Dos meses con León XIV

Las comparaciones con Francisco son inevitables. En mi opinión, aquello que le distancia a este Papa del anterior es su estilo a la hora de expresarse. Son dos personas de caracteres muy distintos, algo que afecta a su estilo de comunicación. Por tanto, la manera de transmitir hace que el mensaje se escuche de manera diferente. Lo destaco porque puede parecer que León XIV se muestra en una onda diferente a la de Francisco. Y no hay tal.

Veamos un resumen de lo que me parece esencial en los mensajes que León XIV viene comunicando en estos dos meses:

  • Lo primero que hizo nada más salir al balcón vaticano, recién elegido Papa, fue comunicar su apuesta por la sinodalidad impulsada por Francisco, como la manera de ser Iglesia para el siglo XXI. Y a la vez, destacó la necesidad urgente de paz en este momento tan convulso. Dos mensajes de gran calado en su primera alocución.
  • Ha dejado claro que pretende avanzar por la senda del Concilio Vaticano II, enfatizando los principios de “verdad, justicia, paz y fraternidad”, que dicho por un misionero tiene relevancia práctica.
  • En este sentido, una de sus primeras reuniones oficiales ha sido con el presidente ucraniano Zelensky. Y también con la dirección del Opus Dei, dejando claro que la línea marcada por Francisco (ya no es una prelatura personal sino una asociación clerical pública) es continuista.
  • Su prioridad es centrarse en laevangelización como Buena Noticia para todos. Es evidente que estamos fallando ante los grandes desafíos a los que nos enfrentamos, por no vivir con actitud misionera. Yo interpreto que León XIV ve urgente que todos tenemos que poner mucho más de nuestra parte.
  • Ha dejado claro que mantiene la Declaración "Fiducia supplicans", aprobada por Francisco, que permite a los sacerdotes bendecir a parejas en situaciones irregulares, incluyendo parejas homosexuales, sin validar su unión como matrimonio.
  • Defensa de los descartados por el desarrollismo: inmigrantes, pobres, todo tipo de marginados, en un momento de grandes oleadas de refugiados y flujos migratoriosque abocan a la marginación y muerte a millones de personas por las estructuras de pecado, políticas y económicas. Francisco demostró una gran sensibilidad en esto, que abarca de igual manera a los marginados enfermos, ancianos, las personas que sufren la soledad...
  • Defensa de la doctrina social de la Iglesia: El Papa ha expresado su compromiso con la doctrina social de la Iglesia (León XIII fue su gran impulsor) para responder a los desafíos de la revolución científica y a la inteligencia artificial.
  • Unido a lo anterior, ha llamado la atención sobre la necesidad de una mayor justicia ecológica y social, desde la importancia de la fraternidad, expresada en la actitud evangélica en torno a la práctica de las Bienaventuranzas.
  • Destaca su llamada clara a la unidad en la diversidad para la construcción de puentes, desde el diálogo.

Seguro que me dejo algo importante de sus primeras intenciones expresadas en estos dos meses al frente la Iglesia católica, pero no hay duda sobre la continuidad del legado de Francisco, aunque su estilo y la manera de transmitir sean diferentes.

Quizá echo de menos una actitud más crítica con el boato vaticano y con la incongruencia de un Estado -Castel Gandolfo incluido- que en nada recuerda los mensajes de Cristo resucitado a sus primeros seguidores; Francisco dio algunos pasos en esta dirección.

Lo que sabemos de memoria son las dificultades a las que ya se está enfrentando León XIV. Por eso le agradezco al nuevo Papa que dé tantas pistas, en tan poco tiempo, sobre su apuesta para conducir la Iglesia... entre todos y todas. La ayuda del Espíritu no le va a faltar; veremos si contará con el apoyo de la Iglesia militante en las reformas de calado que nuestra Iglesia necesita para ser Luz para todos, comenzando por derribar la lacra del clericalismo, asentada también en no pocos estamentos del laicado.

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