"¿Cuánto tiempo gastamos en la escucha de la voz de Dios, que nos susurra al oído?" Encaminados en la fe hacia una gran bendición

La Transfiguración del Señor
La Transfiguración del Señor

"El camino de la fe nos ilumina para abrirnos a un entendimiento vital profundo que nos libera de lo superficial"

"Es un recorrido en la fe que nos santifica a través de un sufrimiento que nos pide ser siempre generosos en un amor que nos lleva en plenitud"

"Recorrer ese camino de fe es subir a la montaña para dejarnos sorprender siempre por Dios que nos habla en Jesucristo su Hijo, en Moisés y los profetas como Elias"

Recorrer el camino de la fe es el modelo de vida que tenemos en Abraham y que nos recuerda el relato del texto del Génesis de este segundo domingo de cuaresma .

El camino de la fe nos ilumina para abrirnos a un entendimiento vital profundo que nos libera de lo superficial, del egoísmo para desprendernos y abrirnos a una experiencia que nos mueve en confianza y abandono, en continua experiencia de sorprendernos, de desconcierto que suscita aprendizajes necesarios para la madurez de la fe que se pone en posibilidad de frutos, donde vamos descubriendo y experimentando a este Dios único, que es ante todo es Padre y, que en una pedagogía adecuada y necesaria nos va conduciendo para producir el fruto posible , deseado y necesario que nos permite trascender.

Es un recorrido en la fe que nos santifica a través de un sufrimiento que nos pide ser siempre generosos en un amor que nos lleva en plenitud, aunque muchas veces nos cuesta abrazar el sufrimiento de la contrariedad, de los desconsuelos, de los vacíos momentáneos, de la desilusión por lo que creíamos o deseábamos esperar como acontecimiento posible, pero sorprendiéndonos en algo mejor aunque nos costase entenderlo.

Abraham
Abraham

Así San Pablo, en la segunda carta a Timoteo nos invita a compartir ese sufrimiento que conlleva el ser escogidos para anunciar el evangelio . Ser ya elegidos para anunciar el evangelio es un gran don que debemos agradecer y comunicar. Es comunicar el evangelio de una experiencia viva de fe que se tiene en Jesucristo , quien es nuestro Señor, que nos colma profundamente.

Este Jesús cuyo rostro se transforma como sol, como relata el evangelio de Mateo y refiere ya San Pablo a Timoteo como la luz de la vida que hace desaparecer toda muerte. Esa luz ya referida en la promesa a Abraham cuando Dios Padre le invita a salir de su tienda y ver el signo de la promesa de su descendencia que será tan numerosa y llena de luz como las estrellas del firmamento.

Recorrer ese camino de fe es subir a la montaña para dejarnos sorprender siempre por Dios que nos habla en Jesucristo su Hijo, en Moisés y los profetas como Elias.

Dios nos habla y, si nos habla, lo mejor es escucharlo. Cuánto tiempo gastamos en la escucha de la voz de Dios, que nos susurra al oído, que toca el corazón para conducirnos en su espíritu que se hace vivo en la palabra comunicada, que siempre hay que escuchar, y que Jesucristo es esa palabra que nos lleva siempre al Padre, como se revela en este pasaje de la transfiguración, donde el Padre afirma este es mi Hijo amado en quien he puesto mis complacencias?

Discípulos dormidos en el monte Tabor
Discípulos dormidos en el monte Tabor Agencias

En este recorrer el camino de la fe, hay que subir siempre al encuentro de Dios para profundizar en esa verdad que se nos revela, nos ilumina y conduce para caminar con confianza de la mano de este. Dios, que siempre es Epifanía, porque siempre se nos está manifestando.

Estos discípulos, como Pedro, Juan y Santiago recibirán esta gran experiencia que servirá de forma esencial en su predicación y testimonio.

Muchas veces nosotros queremos predicar y pretendemos dar testimonio, pero muchas veces nos hace falta lo más importante: tener experiencias profundas de fe que nos lleven a una comunicación de vida en el espíritu de Dios, que siempre se hace vida cuando contamos nuestras experiencias validas de fe, como lo hace Abraham, Moisés y Elías y que sostienen nuestro vivir, de manera cotidiana, en nuestra fe.

La Transfiguración del Señor
La Transfiguración del Señor

Te regalamos el Informe RD con el balance del pontificado
Volver arriba