"El Espíritu Santo se derrama en aquellos que lo han dejado todo por Jesús" El Espíritu de Dios se derrama en abundancia en quien le obedece y es fiel a su voluntad

Envío de los discípulos
Envío de los discípulos

En este domingo 23 del tiempo ordinario la liturgia de la palabra nos invita a ver la importancia de estar libres, como discípulos, para que Jesucristo pueda obrar todo cuanto ve necesario para realizar el proyecto de vida del Reino.

En el evangelio de Lucas, Jesús nos habla de la importancia de preferirlo a Él por encima de cualquier apego en los bienes y sentimientos humanos

En este domingo 23 del tiempo ordinario la liturgia de la palabra nos invita a ver la importancia de estar libres, como discípulos, para que Jesucristo pueda obrar todo cuanto ve necesario para realizar el proyecto de vida del Reino.

En el evangelio de Lucas, Jesús nos habla de la importancia de preferirlo a Él por encima de cualquier apego en los bienes y sentimientos humanos.

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En este desprendimiento y desapego, es importante ver lo que Dios va a derramar en los que son llamados, elegidos y ungidos.

El Espíritu Santo se derrama en aquellos que lo han dejado todo por Jesús, como lo vemos en Pentecostés con los apóstoles.

Son ellos los testigos confiables de todo lo que Jesús ha dicho y realizado.

El Espíritu Santo que han recibido les va recordando todo lo vivido con Jesús y los va llevando a la verdad plena.

Por eso en la primera lectura del libro de la sabiduría se nos recuerda que el hombre no puede conocer el pensamiento de Dios, lo que él tiene dispuesto, lo que son sus designios sino recibe la sabiduría, el espíritu que viene de lo alto.

Sin el espíritu de Dios nos equivocamos fácilmente en el camino de la fe.

Espíritu
Espíritu

El pensar del hombre no es el pensar de Dios. El hombre se equivoca constantemente y sólo con el espíritu de Dios puede enderezar su camino.

En toda la experiencia de los discípulos, como en la primitiva comunidad cristiana, es determinante la comunicación manifestada del Espíritu Santo.

En el Espíritu Santo se vive y experimenta la vida misma de Dios, con la riqueza de sus mociones y dones, lo que hace posible ver y sentir esa gran sabiduría de Dios, despertando esa luz que cada uno puede irradiar, con su belleza, creatividad y talento.

Lo anterior, cuando se manifiesta, da gran esperanza de vida.

Por eso san Pablo en la carta a Filemón, sabe de su sensibilidad en la caridad, al recomendarle recibir a Onésimo como alguien muy querido para san Pablo y, como seguro lo es también muy querido para Filemón.

El lenguaje y la forma de Pablo de pedir la ayuda, nos invita siempre a apelar a esa sensibilidad de amor que hay en las personas para buscar el apoyo caritativo para quien lo necesita, porque es vital.

Seguir a Jesús y dejar padre, madre, hijos, esposa y casa, es para que Jesús sea el que reine en nosotros y se haga su obra

Seguir a Jesús y dejar padre, madre, hijos, esposa y casa, es para que Jesús sea el que reine en nosotros y se haga su obra; así como el Padre reina en Jesús y hace lo que él le pide.

Con lo anterior, entendemos la contestación que Jesús adolescente da sus padres terrenos: José y María: ¿Por qué me buscaban? ¿No saben que debo estar en las cosas de mi Padre?

Jesús dejará su hogar de Nazareth y a sus padres, una vez que empieza su vida pública; expresando de diferentes maneras que Él ha sido enviado a servir y lo expresa desde la misma sinagoga de Nazareth: he sido enviado a anunciar la buena nueva a los pobres, la libertad a los cautivos... y este servicio tiene que caracterizarse en hacerlo y darlo todo en el amor.

Para ser expresión plena del amor, entendiendo que el Espíritu Santo es el amor del Padre y del Hijo; hay que darlo todo y, para darlo todo, hay que dejarlo todo, de ahí la exigencia del llamado de Jesús.

Jesús quiere dar Su Espíritu, misión y talentos al servidor que quiere poner al frente de los suyos, su iglesia, pero antes tendrá que desprenderse, el que es llamado, de todo aquello que no le permite actuar libremente en el espíritu de Jesús, quien da vida plena.

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