"La luz nunca se debe apagar cuando se está en espera de quién es la luz" La sabiduría de vivir lo temporal con trascendencia

Vírgenes necias y prudentes
Vírgenes necias y prudentes

"Como las Vírgenes descuidadas, no le dieron importancia a lo que debieron darle importancia y, por eso, se pierden de lo definitivo y trascendente"

"No es justo querer quitarle la fuente de la Luz, como la botella de aceite, que llevan las Vírgenes previsoras y prudentes"

"El espíritu de Dios conduce en esa sabiduría, al pensar, intuir y reflexionar , porque sabe caminar la sabiduría en la luz de la verdad, del bien y del Amor"

En este domingo 32 del tiempo ordinario, la liturgia de la palabra nos invita a vivir una esperanza en la vida misma que se comunica en Jesucristo.

Preguntémonos: ¿qué mantiene viva nuestra esperanza?

Hay quienes viven sin esa luz de esperanza. No están atentos para permanecer en espera.

Así en la parábola que Jesús nos propone y relata el Evangelista Mateo, hay quienes se han preparado para permanecer y trascender en la espera; pero en cambio, hay otros que no están preparados para permanecer y trascender en la espera.

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Como las Vírgenes descuidadas, hay quienes dejan todo para lo último, y cuando llegan al momento definitivo no son capaces de trascender porque no están preparados.

Podemos pensar, que como las Vírgenes descuidadas, no le dieron importancia a lo que debieron darle importancia y, por eso, se pierden de lo definitivo y trascendente.

Llevar ese aceite de reserva significa que estamos listos para que no se apague la luz en ningún momento, debemos saber cargar y llevar en la vida lo que es valioso, y que nos podrá salvar y resolver la necesidad apremiante que nos permite trascender.

La luz nunca se debe apagar cuando se está en espera de quién es la luz.

Hay quienes van haciendo o viviendo cosas oscuras en intenciones, con falta de rectitud y de bien, y por lo tanto abonan a la oscuridad privándose del aceite que garantiza la luz. Y después de haber caminado con descuidos, imprudencias y mal, todavía quieren quitarle el aceite de la Luz a quienes se han esforzado en almacenar ese aceite valioso de la vida que garantiza la luz y el sabor de la vida. ¡Hay que estar atento siempre al ladrón vestido de mil formas que quiere arrebatar lo ganado!

Vírgenes necias y prudentes

No es justo querer quitarle la fuente de la Luz, como la botella de aceite, que llevan las Vírgenes previsoras y prudentes.

Quienes son descuidadas y no han sido previsoras tienen que asumir su propia responsabilidad de poderse encontrar con la puerta cerrada para entrar con su Señor , simplemente porque no les importo prepararse.

La prudencia es lo que nos debe guiar en sabiduría.

Actuar siempre de la mejor manera con trascendencia desde lo prudencia.

A la sabiduría se le debe amar, buscar y desear porque se aventaja en mucho en la vida, con mirada amplia y profunda, que sabe ver para donde afianzarse y que extravíos evitar.

El espíritu de Dios conduce en esa sabiduría, al pensar, intuir y reflexionar , porque sabe caminar la sabiduría en la luz de la verdad, del bien y del Amor. En ello la sabiduría resplandece e ilumina en esperanza; nos abre a la alegría de lo que se espera en el momento de su manifestación.

Siempre hay que procurar estar listo. No se crece ni se avanza sino se está listo y preparado.

Vírgenes necias y prudentes

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