Crítica del último libro de José Moreno Losada Sinfonía divina, acordes encarnados
Se sostiene en base a una confesión mutua, de que la realidad de Dios es de un Dios inmerso e implicado “en” la historia, no por “encima” ni “fuera” de ella. sino “en” la historia, en nuestra cotidianeidad – es decir lo concreto de Dios “esta” en lo humano, en el otro y la otra
| Santiago Morán
Ya en otras palabras en donde Pepe iba “de a poco” iba componiendo junto con Dios esa “sinfonía” la cual muchos de nosotros lo experimentamos en nuestras realidades, esa sinfonía que desde siempre fue una “interacción y participación”: Humano-Divino, Divino-Humano.
“…Responder a la propuesta de vida que Dios nos hace para aprender a vivir como hermanos y hermanas, con el corazón y el alma en atenta mirada hacia los demás, para dar la vida y hacer propia la misión de Jesús: amar al mundo y mostrarle lo que Dios quiere. Vivir la caridad es saberse amado por Dios y ser capaz de verle reflejado en los demás, en la creación, en las personas mas pobres, vulnerables y excluidas de nuestros lugares cotidianos, dejarse tocar por sus vidas…” (Pág. 192-193: Trazos de Evangelio, Trazos de Vida)
“…La Iglesia esta llamada en medio del mundo a comprometerse con su gestión y mancharse las manos en el compromiso social y político desde el ejercicio de una verdadera ciudadanía para ejercer caridad política. Pero (Dios-Jesús) se hace colaborador de ellos, como un pescador más, así los gana para una causa mayor, trascendiendo la pesca a la historia de la liberación y de la salvación, los hará pescadores de hombres – Por lo tanto, no podemos menos que escuchar la invitación que nos enreda y nos invita a ser pescadores de hombres, a poner nuestras manos “a la obra” de la salvación en medio de la asfixia de un mar de muerte…” (pág. 135-145: Trama Divina, Hilvanes Humanos)
Migraba yo un 10 de octubre de 2023 con “miedos, enajenado e incierto” pero sin darme cuenta y sin soberanía propia. De que Dios en medio y en su trama divina estaría “hilvanando” nuestra humanidad compartida. Una estructura, que es el conocerte querido amigo. Y en el conocerte ser deleitado en una “sinfonía” siempre nueva y fresca, que es el evangelio.
En estos días releía una obra dedicada a la Teologia latinoamericana de la liberación, decía que el nutriente principal de esta forma de pensar y hablar de Dios no era tanto “sistemas copiados” o “palabras abstractas” o “búsquedas en el universo de lo incomprensible” sino que la Teologia de la liberación era una dinámica, escucha y alimento del contacto que se tenían con las personas y los pueblos. Se nutrían ellos de “escuchar la voz de los olvidados” escuchar sus deseos, luchas, ansias y esperanzas – era praxis y vida entre lo humano.
De igual manera “sinfonía divina, acordes encarnados” quiere ser ese contacto con lo humano y su vivir. Y en ese contacto con lo humano Redirigirnos a Dios.
Sinfonía divina, acordes encarnados se sostiene en base a una confesión mutua, de que la realidad de Dios es de un Dios inmerso e implicado “en” la historia, no por “encima” ni “fuera” de ella. sino “en” la historia, en nuestra cotidianeidad – es decir lo concreto de Dios “esta” en lo humano, en el otro y la otra.
Sinfonía Divina, acordes encarnados quiere ser esa “señal” que nos “señala” en aquello que Jesús repitió incansablemente en su evangelio. Que Dios se encuentra y Jesús sale ante nosotros cuando hay un “alguien” que “...tiene hambre, que pasa frio, que este huérfano, que es Migrante…”
sinfonía Divina, acordes encarnados también quiere ser esa confesión que el Apóstol Pedro decía ante su encuentro con cornelio: “…De que Dios no hace acepción de Personas, no muestra favoritismos, sino que el acepta a los que le temen y hacen lo correcto...” (Hch 10:34) - la búsqueda de José Moreno Losada “alias Pepe” percibo que es trazar, crear, tejer, no solo una “Casa” sino que dentro de esa “Casa” una “mesa compartida” donde quepan todos – que experimenten el amor, perdón y gracia de Dios que se hace todo los días, hermano, vecino y pobre y que en su “Mirada no hay rechazo” – No solo una casa, una mesa y sinfonía, sino una “polifonía” – Donde las voces de todas/os, de los nadie, de los olvidados, de sus amados y comunidades, tengan preeminencia.
En uno de nuestros “compartires” Pepe, me contaba que el da clases de escatología, entonces “pensé”: “...uy, pero si, esta sinfonía divina, acordes encarnados” en parte es cumplimiento de lo que Juan dice y espera en ese futuro con Dios:
En apocalipsis 7:9:
“…después de esto vi una enorme multitud de todo pueblo y toda nación, tribu y lengua, que era tan numerosa que nadie, podía contarla y cantaban juntos: ¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en su trono...”
sinfonía divina, acordes encarnados quiere ser esa voz profética del deseo de un mundo mas justo y digno, un mundo donde “el nosotros mas grande” se una posibilidad. Un nosotros que prevalece sobre “el yo solo” – también sinfonía divina, acordes encarnados quiere ser el anuncio de un mundo que sea “civilizada por el amor” y no por el odio y la exclusión. Sino un mundo donde el compromiso, el espíritu samaritano gobierne en las altas esferas, para que puedan tender la mano y recoger a los heridos del camino y no solamente llevarlos a “una posada” sino “a curarlos”.
Y, en fin, sé que Pepe, en sinfonía divina, acordes encarnados es de una iglesia que viva el evangelio, que se nutra de la alegría de Jesús, del disfrute que el tenia de comer con gente de mala fama, sé que la sinfonía divina y acorde encarnado que suena por de fondo, como si fuera un susurro de compañía es aquello que siempre canta: “..Somos un familia…”