La guerra se supera con diálogo y no con el mercado de las armas 'Una encíclica sobre la paz en Ucrania': El alegato de Francisco para detener la espiral de violencia y muerte en el corazón de Europa

Ucrania, un año de guerra
Ucrania, un año de guerra

'Una encíclica sobre la paz en Ucrania' es el último llamamiento para detener la espiral de violencia y muerte en el corazón de Europa. Un sentido y desgarrador alegato a favor del diálogo y la comprensión

El papa Francisco, con la colaboración del vaticanista Francesco Antonio Grana, ha recopilado todas sus sentidas, insistentes y reiteradas peticiones de paz

"La guerra es un camino de muerte que solo provoca en algunos la ilusión de ser vencedores, pero con ella, todos somos derrotados"

'Una encíclica sobre la paz en Ucrania' es el último llamamiento para detener la espiral de violencia y muerte en el corazón de Europa. Un sentido y desgarrador alegato a favor del diálogo y la comprensión.

"Tienen en sus manos un texto que recoge lo que ha brotado de mi corazón durante estos meses de guerra, cuando veía las imágenes de esa inmensa tragedia"

Papa Francisco llora por la Paz

«Una verdadera encíclica sobre la paz y por la paz en Ucrania y en cada lugar de la tierra». Estas son las palabras con las que el papa Francisco ha querido introducir al mundo el mensaje contenido en este libro, dirigiéndose a todos los hombres y mujeres de buena voluntad cuando se cumple el primer aniversario de esta «guerra total» en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y diez años después de su elección como Papa.

Con la colaboración del vaticanista Francesco Antonio Grana, el Pontífice ha recopilado todas sus sentidas, insistentes y reiteradas peticiones. Una tras otra, estas intervenciones subrayan el deber de ser hombres y mujeres de paz, porque nadie, de ningún modo, puede sentirse ajeno o indiferente a los horrores de la guerra.

Y si el objetivo es la «paz justa», entonces nadie puede negar que hay que poner fin al mercado de las armas, que hay que superar las injusticias sociales, que las diferencias culturales no deben convertirse en motivo de odio y que no hay que poner sobre la mesa de negociaciones, bajo ningún concepto, la amenaza de un conflicto nuclear.

La guerra es un camino de muerte que solo provoca en algunos la ilusión de ser vencedores, pero con ella, todos somos derrotados.

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