Liturgia del IV DOMINGO DE ADVIENTO 2025 (A)
Comentario Inicial:
Nos quejamos los cristianos, algunos al menos, de que la gente no valora el sentido religioso de la Navidad, ni otros tiempos fuertes de nuestra religión. En Navidad importan las vacaciones, las fiestas (¡Felices Fiestas! dicen muchos), las comilonas, los regalos, la alegría de los niños, tal vez las reuniones familiares y, un pelín, el sentido de más solidaridad en el ambiente.
¿Por qué no se valora? Porque una "religión absurda" termina por olvidarse. Lo que importa son las "satisfacciones" de estos días, en especial la de comer y beber. Lo mismo da que se llame Navidad, solsticio de invierno, vacaciones del trimestre, muerte del calendario o tiempo de borracheras. Cada uno lo celebrará según sus valores, suponiendo que se rija por algo más que los instintos animales.
Lo más clericales y tradicionales dirán que celebran el Nacimiento del Redentor o Salvador, según las "mentirotas dogmaticas" que todavía rigen en la Iglesia Católica. Y de esa ceguera estática hay que responsabilizar a las Jerarquías reinantes que no han acertado a racionalizar y actualizar la doctrina enterrando, de hecho, la LUZ que nos trajo el Niño de Belén.
¿De qué, dicen, que nos redimió? De un "pecado original" inexistente, porque un Dios medianamente BUENO (no digo ya infinitamente) no puede CONDENAR a su criatura nada más crearla. A un Creador medianamente SABIO no se le puede quemar su primer muñequito de barro. No nos han enseñado a separar los "bíblicos mitos judíos" de una razonada coherencia. Y, encima, nos prohíben pensar para mantenernos en la jaula del sometimiento, como signo de falaz UNIDAD.
¿Cómo, dicen, que nos redimió? Ahí la cosa empeora y se masacra la COHERENCIA para hundirnos en lo ABSURDO.
Nos han contado (y nos exigen creerlo) que ese Niño nos redimirá desangrándose en una cruz, por mandato expreso de su Padre, para pagarle con sangre nuestra atávica deuda y rescatarnos del castigo eterno.
Las personas buenas, educadas con rutinas, no pensamos mucho y nos hacen comer "la paja de las letras bíblicas" como si fuese un buen jamón. Y los que así nos forman y nos lo exigen se llaman "Pastores", que se engalanan con lujos y se dicen "inspirados sabios, delegados del mismísimo Dios".
Desde esos altísimos cargos ignoran que "la Biblia vale lo que vale y lo que no vale no vale", que parece una perogrullada, pero es una verdad evidente, por la sencilla razón de ser obra de seres humanos limitados, habitantes de un tiempo y un espacio concreto y menos evolucionado.
Para hacernos tragar una "escritura inerrante" se han inventado lo de "palabra de dios" (pobres creyentes fieles y sometidos) y nos han empujado a la Bibliolatría, quedándose tan panchos. "¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos" (Sal 23).
Cuando algunos piensan un poco (propio del ser humano), se dan cuenta de la "sádica absurdez" del andamio dogmático que nos exigen creer y salen huyendo de un "dios terrible y peligroso" que mata a su hijo, según una mitología bíblica más tétrica que los dramas del Olimpo.
Todo lo contrario del Abba que Jesús nos reveló, todo Bondad, todo Comprensión y todo Respeto por su criatura y la libertad otorgada.
Y algunos que piensan, meditan y bucean en su interior, llegan a la evidencia de que un Dios que habita en la ETERNIDAD no puede actuar en el TIEMPO. Todo lo que HACE es eterno y se identifica con lo que ES. Por eso su ACTUAR es único y eterno, ACTO PURO, que siembra LO QUE ES (amor y felicidad) en sus criaturas.
Por eso, terminan afirmando que Dios lo tiene TODO hecho y bien hecho. TODO concedido y perdonado. TODO redimido y salvado.
Lo que falta es que los "seres limitados y evolutivos" que somos aceptemos, desde el tiempo, ILUMINAR nuestra LIBERTAD para ajustar nuestros necesarios instintos animales y convertirnos en verdaderamente humanos, evolucionando de acuerdo con el parecido que tenemos con el Creador, a su "imagen y semejanza".
Y justamente a eso vino Jesús, el meoncete de Belén, a darnos una LUZ inmensa y nueva para evolucionar hacia una mayor HUMANIDAD y no descender a "bestias sin cerebro".
Para mayor seguridad, nos enseñó que no estamos solos, que llevamos dentro una ENERGÍA divina (que llamó "reino de Dios"), para levantarnos de nuestros errores y flaquezas y superar el camino de maduración de la vida. Muchos, muchísimos, lo EXPERIMENTAN cada día.
Todo eso merece celebrarse, empezando por el aniversario del nacimiento de quien nos guió en la evolución personal y social del mundo con LUZ y ENERGÍA, sin redenciones, sin perdones, sin castigos, sin libros divinos...
Empezamos:
El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu están con todos vosotros.
MONICIÓN DE ENTRADA
Estos días tan próximos a la Navidad, revivimos momentos muy especiales de nuestra fe y cultura cristiana. Tratemos de quedarnos con todo lo positivo de nuestras tradiciones y limpiemos esos añadidos que traicionan el genuino mensaje del nacimiento de Jesús.
¿Tiene algo que ver la austeridad de Belén con el despilfarro y el consumismo? El mundo no necesita adornos espectaculares, montañas de regalos y todo tipo de lujos. La ternura del “recién nacido” desmonte nuestra coraza y nos traiga empatía y compasión.
Desearos una muy Feliz Navidad llena de esperanza y confianza en la humanidad.
Oración encendido corona de Adviento
La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos de los problemas. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad, que les pueda separar del amor de Jesús que nace.
Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe
Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.
ORACIÓN COLECTA
TE ACOJO, SEÑOR
Con María, la que no teniendo nada, al tener en sus brazos a Jesús, lo tendrá todo. Con José, con sus dudas y sombras, pero con respuestas después de un dulce sueño.
TE ACOJO, SEÑOR
Porque, más allá de luces artificiales, necesito de una luz más eterna e interior como la de María: llena de Dios. Como la de José: soplada por la voluntad del Creador.
TE ACOJO, SEÑOR
Para ser feliz y, con tu nacimiento, ser mejor e intentar cambiar a mejor. Para darme, y al ver cómo tú naces, descubrir que, es en la pequeñez, donde siempre podré encontrar a Dios.
TE ACOJO, SEÑOR
Con la confianza de María, con mi corazón abierto para que no pases de largo. Con la serenidad de José, con mis pasos firmes para que nada me aparte de TI.
Amén.
Lectura del libro de Isaías (7,10-14):
En aquellos días, el Señor habló a Acaz: «Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.»
Respondió Acaz: «No la pido, no quiero tentar al Señor.»
Entonces dijo Dios: «Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"»
Palabra de Dios
Sal 23
R/. Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.
Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (1,1-7):
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor.
Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Mateo (1,18-24):
R/Gloria a ti, Señor.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.
Palabra del Señor
R/Gloria a tí Señor Jesús
HOMILÍA
Estamos ya a las puertas de la Navidad. Hace unas semanas el presidente de castilla la Mancha, Emiliano Page sacaba un decreto en el que en su autonomía cambiaba el nombre de las fiestas de Navidad por “Descanso del primer trimestre” (por cierto, es un poco despistado, porque diciembre no es el tercer mes sino el cuarto en lo que se refiere a vacaciones escolares o laborales, ¡cosas de nuestros políticos!).
Hace unos años salió un anuncio de unos juguetes de construcción para niños que utilizaban el eslogan “reconstruir la Navidad”.
Dado todo lo que estamos viviendo en la sociedad: lo de los políticos, la competición por las luces, el consumo de productos navideños (que cada año empieza antes), es bueno que en este último domingo de adviento reflexionemos sobre RECONSTRUIR LA NAVIDAD
Debemos recuperar, reconstruir, aquella Navidad, la primera, que se construyó en el silencio de una noche de Belén, en la periferia de un pueblo insignificante y con la única compañía de los más humildes, aquellos pastores vigilantes de la noche.
Una construcción que no era de ladrillos ni de pequeñas piezas de plástico de las del juego de niños del anuncio, sino del duro camino y obediencia a la burocracia imperial, de puertas cerradas y establo abierto, de rechazo y acogida, de espera y esperanza; de visitas de los nadies y respeto de los que esperaban el suceso.
Aquella Navidad en la que se escuchó el primer llanto de un Niño que acababa de nacer y sería la Palabra en la que creer.
¿Cómo hemos llegado a tanta frivolidad desde algo tan sencillo, silencioso e intenso? Por un método muy utilizado en el mundo actual: la deconstrucción, es decir, “deshacer analíticamente algo para darle una nueva estructura”
En palabras de andar por casa, se podría decir que deconstruir es convertir algo que es, en otra cosa que no es. Pero que, desde los intereses de un sistema que quiere acapararlo todo, parezca que sigue siendo lo que es pero que, una vez deconstruido, ya no es.
La demoledora máquina de deconstrucción es muy poderosa, y más en estos tiempos y ambientes tan polarizados. Afecta costumbres, ideas tradiciones, culturas milenarias, religiones, etc. y en general al sentido común, tan ausente en estos tiempos.
Navidad no es el perfume más caro, no.
Ni la cena de empresa en la que los que no se aguantan durante el año, se emborrachan juntos.
Navidad no es la cena obligada en la que hay que colocar a los comensales con cuidado para que los diferentes pareceres no acaben en choque de trenes.
Navidad no es la orgía del consumo mezclada con sentimentalismo emocional.
Navidad no es llenar las plazas y calles más importantes de las ciudades con luces a modo de atractivo turístico o reclamo político.
Navidad no es el insoportable martilleo publicitario en los medios de comunicación.
Esto no es Navidad. Esto es la socialmente “deconstruida Navidad”.
¿Entonces qué es la Navidad?
Vayamos al evangelio, concretamente al de Lucas. Es un relato complejo donde suceden cosas preocupantes, a gente sencilla, que no le quedó otra que obedecer un decreto del emperador, ponerse en marcha con la dificultad de un embarazo a término y no tener un sitio donde descansar y ser ayudados.
Un establo fue su refugio, que no es el sitio ideal, pero se apañaron. Fueron visitados por quienes acampaban al raso, los pastores, y figuraban bajo mínimos en la escala social.
“Se les presentó el ángel del Señor, y la gloria del Señor les envolvió con su luz. Ellos se asustaron. El ángel les dijo: “No tengáis miedo, pues os anuncio la gran alegría, que lo será para todo el pueblo. En la ciudad de David os ha nacido un salvador, el mesías, el Señor. Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales acostado en un pesebre”.
Es una fiesta cristiana a la que creyentes y no creyentes estamos invitados, es una invitación a la Vida con sentido.
¿Cómo reconstruir la Navidad? Sabiendo elegir más allá de lo que marca el “César-Consumo”. Sin duda nuestras decisiones y elecciones ayudarán a reconstruir la Navidad.
Pero lo realmente importante es reconstruir el sentido de la Navidad desde dentro, en el interior de cada uno, comprendiendo que la libertad de abrir las puertas al Niño que llega, no nos la puede arrebatar nadie. Y que el mensaje que trae para quien quiera acogerle es para siempre: Un mensaje de LUZ para iluminar nuestro camino de humanidad y salir de la barbarie. Un mensaje de PAZ, AMOR, BONDAD y FRATERNIDAD.
Esta relación modifica los esquemas y ayuda a fortalecer a quien no quiera ahogarse en los vaivenes del mundo.
Aquella Navidad vino envuelta en silencio, sencillez, precariedad, desamparo y compañía solidaria. Y sigue siendo tan actual que no es difícil adentrarse en ella acercándose donde reine el silencio, la sencillez, la precariedad, el desamparo y la compañía solidaria.
Miremos y acompañemos a quienes viven con los mínimos, lejos de las personas queridas con las que no podrán compartir o tratados como delincuentes y privados de los derechos fundamentales.
Las personas mayores que en estos días sufren de soledad, con tristeza especial. Y los que tampoco tendrán un sitio que no sea la calle para vivir y celebrar.
Os deseo y me deseo que acertemos a descubrir el auténtico sentido de la Navidad en nuestro corazón, superando las ruinas externas. Y viviendo la alegría de sentirnos acompañados por el Emmanuel: “Dios con nosotros” que viene a iluminarnos y abrazarnos para no dejarnos caer.
CREDO
Sacerdote.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia para hacer un mundo mejor?
Todos. Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en la resurrección y la vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí, y que disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por la vida?
Todos. Sí, Creemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
Hermanos, José es un hombre desconcertado por el anuncio que recibe por parte del ángel del Señor. La Palabra de este domingo nos habla de los desconciertos de la vida. Oremos.
Queremos ser anuncio de paz y vida
• Deseamos que la Iglesia acierte a escuchar, ver y discernir los signos de los tiempos; sea flexible en su corazón, estructuras y formas, y busque ser Buena Noticia en este momento concreto de la historia.
Queremos ser anuncio de paz y vida
• Los seguidores de Jesús queremos apostar con fuerza por la verdad del Evangelio, aunque eso nos suponga romper con nuestra vida, a veces, muy cómoda y blindada.
Queremos ser anuncio de paz y vida
• Todos nosotros nos comprometemos a ser camino hacía Jesús y su Reino, proclamaremos con nuestra vida a un Dios preocupado por las personas y en especial por las más vulnerables y frágiles.
Queremos ser anuncio de paz y vida
Padre bueno, queremos en medio de nuestros desconciertos ser capaces de dar más crédito a tus palabras que a nuestros miedos, bloqueos y reparos. Te damos las gracias por el anuncio de novedad y luz que es tu Hijo Jesús en nuestra vida, el que vive por los siglos de los siglos. Amén
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Te presentamos el vino y el pan. Es el pan de nuestras comidas y el vino de las fiestas y de la alegría. Junto a ellos ofrecemos nuestras vidas, la esperanza en la presencia de Jesús, el cariño de unas Navidades felices, vividas con la ilusión de un niño, o de la madre que espera el nacimiento de un hijo. Te lo ofrecemos por Jesucristo nuestro Señor. Amén
PREFACIO
El Señor está con vosotros
Y con tu Espíritu
Levantemos el corazón
Lo tenemos levantado hacia el Señor
Damos gracias al Señor nuestro Dios
Es justo y necesario
En verdad es justo darte gracias,
es nuestro deber cantar en tu honor
himnos de bendición y de alabanza,
Padre amoroso
principio y fin de todo lo creado.
Tú has querido ocultarnos el día y la hora en que Jesucristo, tu Hijo,
Señor nuestro
aparecerá sobre las nubes del cielo revestido de gloria.
En aquel día glorioso
nacerán los cielos nuevos y la tierra nueva.
El mismo Señor que se nos manifestará
entonces lleno de gloria,
viene ahora a nuestro encuentro,
en nuestro corazón y
en cada hombre y cada acontecimiento,
para que lo recibamos en la fe
y para que demos testimonio por el amor,
de la espera dichosa de su reino.
Por eso, mientras aguardamos su última venida,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos el himno de tu gloria:
SANTO, SANTO, SANTO…
CONSAGRACIÓN Y PLEGARIA
SANTO eres en verdad, Padre,
y con razón te alaban todas tus criaturas,
ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro,
con la fuerza del Espíritu Santo,
nos das Vida y santificas todo.
Congregas a tu Pueblo sin cesar,
para que ofrezca en tu honor esta OFRENDA
desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino
y se conviertan para nosotros
en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús,
en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.
Porque Él mismo,
la noche en que iba a ser entregado,
habiendo amado a los suyos
que estaban en el mundo hasta el extremo,
mientras cenaba con sus discípulos,
tomó un pan, y dando gracias te bendijo,
lo partió y lo repartió a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz,
y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi sangre,
sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para iluminar vuestras vidas.
haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
Anunciamos y proclamamos tu resurrección ven Señor Jesús.
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial
de la ENTREGA de Jesús,
de su admirable resurrección y ascensión al cielo,
mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos, en esta acción de gracias,
TODO lo que somos y tenemos.
Tú diriges tu mirada sobre esta OFRENDA de tu Iglesia
y reconoces en ella nuestra adhesión a Jesús,
que vino a revelarnos tu rostro
de verdadero Padre, que nos ama sin límite.
Nos unimos en este sacramento al Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
que se entregó por nosotros para dejarnos su ejemplo de Vida.
Y nos abrimos de todo corazón a tu Espíritu Santo
para ser iluminados y fortalecidos en el seguimiento de Jesús, tanto individual como colectivamente.
Y así, unidos como hermanos,
formemos con Cristo un solo cuerpo
y un solo espíritu.
Él nos transforma en verdaderamente humanos
en nuestro diario caminar hacia tu Heredad,
donde seguiremos alabándote
junto con tus elegidos,
con María, la Virgen Madre de Dios y madre nuestra, su esposo san José,
los apóstoles y los mártires,
y todos los santos,
que nos precedieron en el camino hacia Ti.
Te ofrecemos, Padre, nuestro compromiso de adhesión a Jesús,
que ratificamos en esta celebración,
para que contribuya a la Paz y
la Humanización del mundo entero.
Confirmamos nuestra lealtad con esta tu Iglesia,
que peregrina en la Tierra,
fortalecida por nuestra fe y caridad.
Nos unimos a TODOS tus hijos de este Pueblo,
iluminado y fortalecido por Jesús,
junto con sus servidores: el Papa León
nuestro Obispo N…,
el orden episcopal, los presbíteros y diáconos.
Tú atiendes los deseos y compromisos
de esta Familia,
que has congregado en tu presencia
en este domingo, día en que Cristo
venció a la muerte.
Él nos ha hecho partícipes de su Sabiduría y Fortaleza
para que imitemos su ejemplo
en el camino hacia tu Heredad eterna.
Te damos GRACIAS porque nuestros
hermanos difuntos…, familiares,
amigos y miembros de nuestra Comunidad,
tras su maduración en este mundo,
ya disfrutan contigo en tu casa del Cielo.
Queremos ser parte del Reino interior,
que tu Hijo nos reveló,
y extenderlo a nuestro mundo
para que podamos gozar TODOS de tu felicidad eterna,
junto con Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo todos los bienes.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén
PADRENUESTRO
PADRE Y MADRE NUESTRA
EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
TÚ NOS DAS HOY
NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS
Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR
A LOS QUE NOS OFENDEN.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen
Señor nos ayudas a librarnos de nuestros males
tú que dijiste a tus apóstoles: “la paz os dejo, la paz
os doy”, no tienes en cuenta nuestros pecados sino
la fe de tu Iglesia y conforme a tu palabra nos concedes la paz y la unidad. Tú que vives por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ NOS DAS la paz
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
Ojos limpios y serenos
para otear el horizonte sin miedo
y verte en otros rostros siempre.
Brazos fuertes y extendidos
para abrazar con seguridad y mimo
a todos los débiles y perdidos.
Manos suaves y cálidas
para acariciar a ancianos y niños
y crear redes de vida.
Oídos abiertos y atentos
para escuchar los susurros y gritos
y llegar a tiempo a tu encuentro.
Olfato sensible y bien dispuesto
para percibir las fragancias y olores
que te preceden y hacen presente.
Pies firmes y ligeros
para andar por la vida
siguiendo tu brisa y tus sendas.
Corazón tierno y grande
para sentir tus latidos
en este aquí y ahora que vivimos.
Entrañas maternales
para acogerte siempre
aunque nos sorprendas y descoloques...
en las noches oscuras
y en las alboradas,
vengan con pesadillas o blanca escarcha.
Así es el Adviento de José y María,
Así queremos que sea el nuestro cada día.
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
Y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,
Padre, Hijo y Espíritu Santo. AMÉN.
FELIZ Y SENCILLA NAVIDAD HERMANOS