Cardenales y obispos se unen al grito de los pueblos por el cuidado de la Casa Común COP30: En la Marcha de los Pueblos, la Iglesia se une a los defensores del medio ambiente
Una marcha que es la expresión de quienes “no están de acuerdo con lo que está sucediendo dentro de la COP, porque, a pesar de estar en Brasil, muchos pueblos se han sentido excluidos, no partícipes dentro de su propio ecosistema, que es la Amazonía”
“El papa Francisco convocó a la Amazonía a Roma hace seis años, y ahora las Naciones Unidas convocan al mundo a la Amazonía”
“La misión de la Iglesia es para toda la humanidad, pero especialmente para los pobres, los vulnerables”
“Las personas aquí pueden tener diferentes motivos para defender el medio ambiente, para unirse a la comunidad, pero lo importante es que encontremos juntos nuestros puntos de convergencia, que es nuestro cuidado por el bien común”
En la Iglesia “siempre debemos incluir las demandas de la sociedad organizada”
“La misión de la Iglesia es para toda la humanidad, pero especialmente para los pobres, los vulnerables”
“Las personas aquí pueden tener diferentes motivos para defender el medio ambiente, para unirse a la comunidad, pero lo importante es que encontremos juntos nuestros puntos de convergencia, que es nuestro cuidado por el bien común”
En la Iglesia “siempre debemos incluir las demandas de la sociedad organizada”
En la Iglesia “siempre debemos incluir las demandas de la sociedad organizada”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Millares de personas recorrieron las calles de Belém, sede de la COP30, marchando por una de las ciudades más grandes de la Amazonía para gritar al mundo la necesidad de conversión, de cambio a todos los niveles. Movimientos sociales, sindicatos, políticos, pueblos indígenas y la Iglesia católica, con la presencia de varios cardenales y obispos, unidos por el cuidado de la Casa Común.
Pueblos que se sienten excluidos de las decisiones
Una marcha que es la expresión de quienes “no están de acuerdo con lo que está sucediendo dentro de la COP, porque, a pesar de estar en Brasil, muchos pueblos se han sentido excluidos, no partícipes dentro de su propio ecosistema, que es la Amazonía”, según denunció una de las mayores líderes indígenas a nivel mundial, la vicepresidenta de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, miembro del pueblo Kichwa de Sarayaku (Ecuador), Patricia Gualinga.
Que la COP30 se celebre en la Amazonía tiene un fuerte significado para la Iglesia católica, dado que “el papa Francisco convocó a la Amazonía a Roma hace seis años, y ahora las Naciones Unidas convocan al mundo a la Amazonía. Un retorno que conecta a los pueblos del mundo para el cuidado de algo que es fundamental para el equilibrio sistémico y climático del planeta”, según el hermano João Gutemberg Coelho, secretario ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM). Una red que nació para eso, que tiene “en su naturaleza, en su identidad, en su proyecto de existencia el cuidado de la socio biodiversidad amazónica”, subrayó el secretario ejecutivo, que ve en ello “lo que salva el clima, lo que salva nuestra vida en el planeta”.
Cardenales en la marcha de los pueblos
La CEAMA y la REPAM, expresiones del caminar eclesial en la Amazonía, encuentran apoyo en la Iglesia universal, también presente en la COP30 y en todas las actividades que se están llevando a cabo en Belém estos días. Especialmente las iglesias del Sur Global, que sienten que lo que se debate en la COP “afecta a toda la humanidad, especialmente a los pobres, a los vulnerables”, según el cardenal Felipe Neri Ferrão, arzobispo de Goa y presidente de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia. El purpurado reconoce que “la misión de la Iglesia es para toda la humanidad, pero especialmente para los pobres, los vulnerables”, principales víctimas de las consecuencias del cambio climático.
La participación de la Iglesia católica en la Marcha de los Pueblos es importante. Acompañar a los pueblos siempre ha formado parte de su misión. El papa Francisco y, actualmente, el papa León XIV han puesto a los pobres en el centro. El actual pontífice, en su reciente discurso a los Movimientos Populares, dijo que “es necesario estar del lado de los pobres, de los descartados”. En ese encuentro, el papa León XIV dijo: “Estoy con ustedes”. Palabras que deben llevarnos a seguir ese ejemplo, como ha hecho la Iglesia católica en la marcha con la presencia de cardenales y obispos.
Participar en la COP30 y en la Marcha de los Pueblos “es una oportunidad para unirnos a otros defensores del medio ambiente”, según el cardenal Pablo Virgilio Davi, obispo de Kalookan (Filipinas). Destacó que “estamos rodeados de personas que realmente se preocupan por la integridad de la creación”. Al mismo tiempo, el cardenal recordó que “el papa Francisco nos ha enseñado a adoptar la actitud de la sinodalidad, a caminar con todas las personas de diferentes estilos de vida”. Reconoció que “las personas aquí pueden tener diferentes motivos para defender el medio ambiente, para unirse a la comunidad, pero lo importante es que encontremos juntos nuestros puntos de convergencia, que es nuestro cuidado por el bien común”.
Incluir en la Iglesia las demandas de la sociedad organizada
No podemos olvidar que “la cuestión medioambiental y social depende de la democracia directa, de la amplia participación de todos los movimientos sociales, de todos los segmentos que creen en cambios profundos en la humanidad, en cambios civilizatorios”, dijo monseñor Reginaldo Andrietta, obispo diocesano de Jales. Subrayó que “siempre debemos incluir las demandas de la sociedad organizada”. Dado que estas demandas no siempre son escuchadas, el obispo brasileño destaca que “la articulación de todos los segmentos en la unidad de acción es lo que marca la diferencia”.
El obispo dijo que la Marcha de los Pueblos es “una expresión que debe ser escuchada en la COP por aquellos que misteriosamente están llevando a cabo las negociaciones, sin que conozcamos todos los acuerdos que se están alcanzando”. Monseñor Reginaldo exigió el conocimiento íntegro de los acuerdos alcanzados. Para ello es importante que se escuche el clamor de la Marcha de los Pueblos.
Las ministras brasileñas exigen la implementación de los acuerdos
El Gobierno brasileño, que no siempre ha asumido la importancia del cuidado del planeta, estuvo presente en la Marcha con las ministras Marina Silva y Sonia Guajajara. La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático destacó la importante presencia de aquellos “que saben lo que es el cambio climático”. De ahí la necesidad de “dibujar el mapa y el camino que debe salir de esta COP”, que debe conducir al fin de la deforestación y del uso de agrotóxicos.
Por su parte, Sonia Guajajara, ministra de los Pueblos Indígenas, destacó la presencia de quienes cuidan la Amazonía y se encuentran en Belém para decir “Basta”. Un grito necesario ante la emergencia climática, que debe llevar urgentemente a asumir el compromiso de luchar juntos contra el cambio climático con vistas a “un mundo más justo, un mundo más inclusivo, un mundo que comprenda nuestras causas”, concluyó la ministra.