Concluye la 52ª Asamblea Regional Norte 1 de la CNBB Cardenal Steiner: Reafirmar la comunidad debe ser siempre el propósito de la Iglesia católica

Una realidad eclesial marcada por el individualismo, la fragilidad de la identidad católica, la falta de pertenencia e inserción eclesial
La responsabilidad de seguir creando procesos que luego se desencadenen en las iglesias locales, así como en las pastorales sociales
Reafirmar la comunidad debe ser siempre el propósito de la Iglesia católica
Se trata de que “en el momento de la celebración de la Palabra, la comunidad pueda expresar sus espiritualidades, sus oraciones, que a veces son tradiciones de generaciones y a las que no damos importancia en el momento de la celebración”
Reafirmar la comunidad debe ser siempre el propósito de la Iglesia católica
Se trata de que “en el momento de la celebración de la Palabra, la comunidad pueda expresar sus espiritualidades, sus oraciones, que a veces son tradiciones de generaciones y a las que no damos importancia en el momento de la celebración”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
La sinodalidad ha sido el hilo conductor de la 52.ª Asamblea Regional Norte 1 de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, celebrada en Manaos del 15 al 18 de septiembre de 2025. Una región en la que “Jesucristo es anunciado con claridad”, según dijo el obispo auxiliar de Manaos, monseñor Zenildo Lima. La asamblea es un momento para trabajar la identidad a nivel regional, pero también en las nueve iglesias locales que lo componen.

El horizonte del Reino de Dios
Una identidad que, según el arzobispo de Manaos y presidente del Regional Norte 1, cardenal Leonardo Steiner, debe tener como perspectiva “el horizonte del Reino de Dios”. Esto en una Iglesia con elementos destacados y con el reto de buscar el camino para promover una evangelización sinodal. Una evangelización que tiene lugar en una sociedad marcada por la realidad política, las redes sociales e Internet como espacio en disputa e instrumento de manipulación, generando una espiritualidad de guerra y de combate contra los demás. Junto con esto, el impacto de las facciones, la minería ilegal, la piratería, las guerras urbanas y el narcotráfico en el territorio y en las personas.
También por una realidad eclesial marcada por el individualismo, la fragilidad de la identidad católica, la falta de pertenencia e inserción eclesial, la preocupación por la vida comunitaria, lugar privilegiado para la vivencia de la fe y la formación para el discipulado misionero. Asimismo, se destacó la movilidad religiosa, el avance de los grupos evangélicos neopentecostales de manera sistemática y organizada, la espiritualidad marcada por la teología de la prosperidad y el dominio, realidades que interpelan a la evangelización sinodal.
Estos caminos de evangelización deben tener algunos elementos destacados: la Palabra de Dios, en el estudio, en la celebración, en los círculos bíblicos; la iniciación a la vida cristiana como formación para el discipulado; las comunidades, lugar de evangelización, de formación del sujeto y de promoción de la vida plena, de preocupación por la ecología integral; la identidad misionera, camino y fundamento de la evangelización sinodal; la atención a los jóvenes; la opción por los pobres, como encabezamiento del compromiso.
Seguir creando procesos
En esta perspectiva, la secretaria ejecutiva, Hna. Rose Bertoldo, destaca en el Regional Norte 1 “la responsabilidad de seguir creando procesos que luego se desencadenen en las iglesias locales, así como en las pastorales sociales”. La secretaria ejecutiva enfatiza la importancia de que las diócesis sigan estudiando el Documento Final del Sínodo de la Sinodalidad, ayudando poco a poco a moldear el futuro de la evangelización en la Región. Por eso, la idea de “dar a conocer el documento a nuestros líderes que están en las comunidades”.

Comunidad, formación, fe
Reafirmar la comunidad debe ser siempre el propósito de la Iglesia católica, según el arzobispo de Manaos. Algo que debe hacerse “persona a persona, no de forma virtual”, en una sociedad en la que, ante el avance de la tecnología y la inteligencia artificial, “ya no se construyen relaciones, ni siquiera familiares”, subraya el cardenal. Destaca “la cuestión de las relaciones de la comunidad, las relaciones interpersonales, que cada vez exigen más cultivo”.
Asimismo, el presidente del Regional Norte 1 destaca la cuestión de la formación para todos, un elemento destacado en el Sínodo de la Sinodalidad y en la reflexión de la 52ª Asamblea Regional Norte 1. Una formación “para poder dar las razones de nuestra fe”, y que debe ofrecerse a las comunidades. Junto con esto, la eclesialidad sinodal, un camino recorrido en el Regional Norte 1, pero que debe profundizarse. Reflexionando sobre la evaluación, el cardenal Steiner afirma que “podríamos evaluar nuestras acciones, nuestros proyectos, pero es tan difícil, casi imposible, evaluar la fe, hasta qué punto creemos”. En este sentido, dijo tener la impresión de que “es la fe la que nos tiene, no nosotros a la fe”, que “hemos sido despertados a la fe”, que “la experiencia de la fe es algo extraordinario que no se puede medir”.
Junto con esto, ve la necesidad de abordar la cuestión de la ideologización de la fe, “que ya no es fe, es una ideología”. El cardenal habló de esa “especie de seguridad que se busca hoy en determinados dogmatismos, en determinadas ideas, y se cree que por eso se tiene fe, pero cuando llega el momento de la cruz y de la muerte, no se sabe a qué aferrarse”. Igualmente reflexionó sobre la cuestión de la Palabra, de los círculos bíblicos, de la conexión en la liturgia entre la Palabra y las expresiones religiosas, las expresiones de oración que se tienen, un aspecto que hay que avanzar. Se trata de que “en el momento de la celebración de la Palabra, la comunidad pueda expresar sus espiritualidades, sus oraciones, que a veces son tradiciones de generaciones y a las que no damos importancia en el momento de la celebración”.
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