Sólo se queda fuera de una Iglesia sinodal aquel que se cierra al Espíritu Manoel Godoy: “Falta mucho para ser una Iglesia nueva, pero estamos en el rumbo cierto con Francisco”

Manoel Godoy
Manoel Godoy

"Este pontificado de Francisco es un pontificado marcado por la sinodalidad"

"La Iglesia es mucho más que una democracia, la sinodalidad va mucho más allá que una democracia, porque una democracia es regida por los estatutos y constituciones, y la sinodalidad viene del Espíritu"

En una Iglesia sinodal, el clérigo debe ser "un hombre espiritual, místico, abierto al Espíritu, que tiene ganas de escuchar a la gente, caminar con la gente, jamás aislándose de los procesos"

"En las bases todavía falta mucha conversión eclesial y pastoral para que esta nueva Iglesia, impulsada por Francisco"

P1010044.JPG
La sinodalidad se está instalando como una nueva forma de ser Iglesia, en un deseo de caminar juntos, impulsado desde la cátedra de Pedro, buscando pensar y decidir juntos. No se trata de establecer una democracia en la Iglesia y sí de vivir la comunión, que es mucho más que eso, siempre abiertos al Espíritu.

Quien sostiene esas ideas as Manoel Godoy, teólogo brasileño. Según él, la sinodalidad tendrá sus efectos, el primero “ frenar una ola clericalista, que es muy fuerte en la Iglesia actualmente”, impulsando decisivamente el método ver, juzgar, actuar, tan propio de la Iglesia pos conciliar, especialmente en América Latina. Para ello será necesario cambiar los seminarios, los movimientos clericalistas y el fundamentalismo, aprender con la forma de ser y actuar de Francisco.

En esa Iglesia sinodal, el clérigo debe ser “un hombre abierto al Espíritu que quiere caminar con la gente”, y las mujeres “deberán ser mucho más escuchadas, llevadas en cuenta, para las decisiones fundamentales en la Iglesia”, con un papel insustituible.

La Iglesia está dando los primeros pasos en la preparación de un nuevo Sínodo, retomando la sinodalidad, un elemento que ya está presente en el Vaticano II. Por eso, el teólogo brasileño no duda en afirmar que “este sínodo será un paso decisivo para la implantación de las decisiones conciliares”. Está claro que Francisco quiere avanzar, “pero todavía falta mucha conversión eclesial y pastoral para que esta nueva Iglesia, impulsada por Francisco, sea una Iglesia nueva. Pero estamos en el rumbo cierto con Francisco”.

Sínodo para la Amazonía

Estamos iniciando la aplicación práctica del Sínodo para la Amazonía, y el próximo sínodo, convocado por el Papa Francisco para 2022, será sobre la sinodalidad. ¿Podríamos decir que el impulso de la sinodalidad es una de las grandes aportaciones del Papa Francisco?

Desde el principio, cuando el Papa pide que la gente rece por él, que le bendiga, él está queriendo decir que debemos caminar juntos, estar juntos, es un gobierno de personas que quieren pensar y decidir juntas. Es muy interesante una cosa que es bueno enmarcar, muchos hablan que no debemos confundir, porque la Iglesia no es democrática.

Sí, la Iglesia no es democrática, debemos partir de esto, la Iglesia es mucho más que una democracia, la sinodalidad va mucho más allá que una democracia, porque una democracia es regida por los estatutos y constituciones, y la sinodalidad viene del Espíritu. La sinodalidad es espiritual, es un impulso desde adentro de todos los que quieren caminar juntos. Sólo se queda fuera aquel que se cierra al Espíritu, porque lo que está abierto al Espíritu, la sinodalidad lo impulsa.

Uno de los elementos fundamentales, y el punto de partida en esa Iglesia sinodal, es la capacidad y la disponibilidad para escuchar. ¿Cómo eso puede repercutir en la vida de las comunidades, parroquias e Iglesias locales?

El primer punto es que la sinodalidad va a ayudar a frenar una ola clericalista, que es muy fuerte en la Iglesia actualmente. La sinodalidad va en contra de esta ola clericalista, y de esta forma la sinodalidad va a impulsar las parroquias, las comunidades y todos los organismos de la Iglesia a buscar decidir juntos. El método que nosotros ya consagramos, ver, juzgar y actuar, bajo la sinodalidad tiene un sentido mucho más fuerte, porque es un ver compartido, un juzgar juntos y un actuar en comunión.

Vamos a tener en las parroquias, comunidades, y otros organismos de la Iglesia un impacto muy fuerte, porque impulsa a buscar caminos juntos, nadie es dueño de la verdad, todos nosotros juntos en buscar de la verdad, de la comunión, de la participación, para una misión compartida.

P1000984.JPG

Cuando uno ve la estructura de Iglesia que tenemos y el papel controlador y de decisión que tiene el clero, ¿es posible asumir en la práctica esa nueva forma de ser Iglesia, a partir de la sinodalidad? ¿Cuáles son las dificultades para llevar a cabo esa transformación?

Una fuente de dificultad, no es solamente ésta, son los seminarios, que siguen formando, en la gran mayoría, muchachos con la mentalidad clerical y distante de la gente, muchas veces con aire y ganas de poder. Entonces, los seminarios siempre son un problema. Otro problema viene de los movimientos laicales clericalistas, porque hay muchos movimientos que forman laicos clericales. El otro punto de dificultad son los fundamentalismos, que siempre serán un problema para una hermenéutica sinodal. Una hermenéutica sinodal es necesaria para que la sinodalidad siga, de hecho ese es el programa de la Iglesia tal como la ve Francisco.

Este pontificado de Francisco es un pontificado marcado por la sinodalidad. Él quiere escuchar a los jóvenes, a las familias, con dos sínodos de la familia, escuchar a los pueblos que nunca fueron escuchados oficialmente, como son los pueblos de la Amazonía. Él está dando su ejemplo de sinodalidad, esperemos que la Iglesia se convierta a la sinodalidad.

Habla sobre la formación en los seminarios. En el proceso del Sínodo para la Amazonía se insistía mucho en la necesidad de revisar las estructuras de formación de los seminarios. En Brasil, en las últimas décadas, hubo tentativas de experiencias diferentes. ¿Por qué eso es algo que tiene dificultad para ser sumido por la Iglesia?

Los pontificados anteriores a Francisco tenían una eclesiología diferente. Para ellos la jerarquía, el refuerzo de un centralismo muy fuerte en la Iglesia, todas nuestras experiencias alternativas de formación, como Don Helder Cámara, Don José María Pires, como los obispos de Pará que tenían una experiencia lindísima con el IPAR, en Belém, y otras experiencias de formación más abiertas, Don Paulo Evaristo Arns, en São Paulo. Todos estos seminarios fueron visitados por visitadores nombrados por los pontífices anteriores a Francisco, y decidieron ir cerrando todas las experiencias alternativas y reforzando muchísimo la única forma tridentina de formación sacerdotal. Quizás ahora, bajo la sinodalidad, se busque, otra vez, hacer otras experiencias de formación que no sea la formación tradicional.

P1010042.JPG

¿Cómo debería ser la figura del clérigo en esa Iglesia sinodal?

Un hombre abierto al Espíritu que quiere caminar con la gente. Este debería ser el cura de esta eclesiología de sinodalidad. Un hombre espiritual, místico, abierto al Espíritu, que tiene ganas de escuchar a la gente, caminar con la gente, jamás aislándose de los procesos.

¿Cuál sería el papel de las mujeres, que en el pontificado de Francisco van asumiendo un papel de mayor relevancia en los órganos de decisión de la Iglesia, en esta Iglesia sinodal que él propone?

Una parte significativa de la Iglesia, sobretodo la Iglesia en la base, en las comunidades, es impulsada, animada, por las mujeres. En un proceso sinodal, las mujeres deberán ser mucho más escuchadas, llevadas en cuenta, para las decisiones fundamentales en la Iglesia. Será insustituible el papel de la mujer en una Iglesia bajo el signo de la sinodalidad.

¿Cuáles serían los pasos que deberían ser dados en los próximos años para preparar este sínodo que el Papa Francisco acaba de convocar?

Desde la academia, desde la teología, vamos a impulsar estudios, profundizaciones, escritos, circular muchos escritos sobre la sinodalidad. Yo voy a publicar un texto sobre la sinodalidad y vamos a publicar muchísimo para ir fermentando toda la Iglesia con esta propuesta del Papa. En nuestros encuentros vamos a impulsar grupos de reflexión sobre la sinodalidad. Los planes pastorales diocesanos y parroquiales, vamos a intentar desde ahí, dar una fuerza nueva a todo el camino sinodal en la Iglesia.

Permitir otras experiencias de formación es otra impronta necesaria para que lleguemos a 2022, al Sínodo de la Sinodalidad, con muchas experiencias para compartir. Esto es lo que va a hacer el Sínodo mucho más rico, porque será un sínodo donde experiencias de sinodalidad serán compartidas entre muchas Iglesias.

Abertura del Sínodo para la Amazonía

En el Sínodo para la Amazonía, siendo un Sínodo de obispos, fue el sínodo con mayor presencia de mujeres en la historia de los sínodos. ¿Podemos decir que el próximo sínodo también va a contar con esa presencia femenina y que esa presencia femenina va a ser cada vez más determinante?

Sin duda, este Sínodo para la Amazonía, hubo dos sínodos, podríamos decir, uno dentro, con los obispos tomando decisiones a partir de la reflexión. Pero para la prensa hubo otro sínodo desde fuera, con las manifestaciones de los indígenas, las cuestiones culturales. Creo que el próximo sínodo, otra vez vamos a tener un sínodo oficial, dentro del Vaticano, con las decisiones de nuestros obispos, pero otro sínodo que va a traer para la plaza pública, las experiencias acumuladas de sinodalidad. Ahí el papel de la mujer va a ser muy fuerte. Van creciendo las mujeres, su representación, en cada sínodo vamos a tener una porción más significativa de mujeres.

En el campo de la mujer, ¿cuáles son los avances que se pueden esperan en ese sínodo y en los próximos años en la vida de la Iglesia?

Es interesante remarcar que en la Iglesia todavía seguimos un documento de Pablo VI, que determina la cuestión de los ministerios en la Iglesia, que se llama Ministeria Quaedam, que fue un avance en aquel momento, pero limitó los ministerios ordenados solamente a varones. Por ejemplo, vamos a tocar dos ministerios que Ministeria Quaedam limita a los varones y que, en la práctica, ya caminamos mucho más con las mujeres.

Según el documento oficial de la Iglesia, solamente varones tienen acceso a esos ministerios. Pero en la práctica, hasta en misas celebradas por el Papa, la mujer ya hizo las lecturas. Las mujeres ya están sirviendo al altar en muchas partes del mundo. Entonces, un primer paso, sería tomar ese documento, Ministeria Quaedam, e adaptarlo a la realidad. No es crear nada nuevo, es sencillamente reconocer que las mujeres ya ejercen el ministerio de acólito y lector en la Iglesia. Este es un paso pequeño, pero significativo, porque oficializa.

Desde ahí vamos a crecer, la Iglesia, como ya está registrado en la Escritura, hizo la experiencia de las diaconisas, como Pablo habla de la diaconisa Febe. Ya tuvimos diaconisas en los primeros años de las comunidades. Habían un ministerio muy interesante de las mujeres en las comunidades primitivas, que eran los ministerios de las viudas. Las mujeres participaron con mucha más fuerza en el principio de todo.

Con el desarrollo de la Iglesia, pasando los años, los ministerios fueron cayendo, incluso el ministerio del diaconado permanente. El Vaticano II es quien ha rescatado el diaconado permanente. Quien sabe si de aquí en adelante no vamos rescatando otros ministerios que ya fueron visibles en la Iglesia primitiva, y ahí se abre todo un flanco de trabajo más oficial de las mujeres en la Iglesia.

P1000987.JPG (1)

En una reunión del Papa Francisco con los jesuitas en su visita a Chile dijo que el Concilio Vaticano II tardaría cien años para hacerse plenamente vigente. ¿Podemos decir que este sínodo sobre la sinodalidad, que es algo que nació con el Vaticano II, es un paso decisivo para la implantación del concilio?

Sin duda, porque no se habla de sinodalidad sin hacer un aporte a toda la eclesiología presente en el Vaticano II. La sinodalidad ya está presente en el Vaticano II, y con este sínodo será un paso decisivo para la implantación de las decisiones conciliares.

¿Podemos decir que estamos ante una nueva forma de ser Iglesia?

Con Francisco sí, pero en las bases todavía falta mucha conversión eclesial y pastoral para que esta nueva Iglesia, impulsada por Francisco, sea una Iglesia nueva. Pero estamos en el rumbo cierto con Francisco.

Papa Francisco 27 de marzo

Volver arriba