Movidos por la fuerza de la fe y conducidos por el papa Francisco, este 25 de marzo somos invitados a unirnos a unirnos a la Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, que será realizada en la Basílica de San Pedro por el Santo Padre, a las 5 de la tarde, hora de Roma.

En esa coyuntura, Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Celam y de la Conferencia Episcopal Peruana, ha lanzado un mensaje en video en el que recuerda como “desde el 24 de febrero de este año somos testigos, a través de los diversos medios, de una guerra cruenta en Ucrania, donde ya se cuentan miles de muertos y heridos, así como más de tres millones de refugiados, que han tenido que buscar protección en los países vecinos”.

Mons. Miguel Cabrejos insiste, recordando las palabras con las que el papa Francisco ha calificado a la guerra, en que estamos delante de “víctimas inocentes de una verdadera locura”. Según el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, “desde la diplomacia mundial, ha habido varios intentos para ponerle fin a este conflicto sin conseguirlo”, recordando que “muchas regiones de Ucrania han quedado totalmente destruidas”.

En sus palabras, ha hecho memoria de la visita del papa Francisco a la embajada de la Federación Rusa ante la Santa Sede, que tuvo lugar el pasado 25 de febrero, donde expresó “su profunda preocupación por estos hechos, que son también preocupación de todos los que tenemos fe en Cristo y de todas las personas de buena voluntad que buscan y que buscamos la paz”.

También se ha referido el presidente del Celam a la conversación virtual del 16 de marzo entre el papa Francisco y el patriarca Kirill, líder de la Iglesia ortodoxa rusa, donde ha destacado las palabras del Santo Padre en las que dijo que “las Iglesias están llamadas a contribuir al fortalecimiento de la paz y la justicia”. Del mismo modo, Mons. Miguel Cabrejos ha recordado la afirmación del papa Francisco, en las que insistió en que “las guerras son siempre injustas, porque es el Pueblo de Dios el que paga”.

Ante lo que está sucediendo, el prelado ha afirmado que “nuestros corazones solo pueden llorar por los niños, por las mujeres asesinadas, por todas las víctimas de la guerra”, insistiendo en que “la guerra nunca es la solución”. Junto con ello ha recordado que “el Espíritu que nos une nos pide como pastores que ayudemos a las personas que sufren a causa de la guerra”.

Poniendo de manifiesto que “nuestra fuerza está en la fe”, lo que ha llevado al papa Francisco a consagrar Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, el próximo viernes 25 de marzo, en la Basílica de San Pedro, en la Solemnidad de la Anunciación del Señor, ha invitado en nombre de los Obispos del Perú, “a todos los hermanos y personas de buena voluntad, para que, en cada templo, parroquia, capilla y hogar, podamos unirnos al papa Francisco este 25 de marzo”. Ello para “implorar a Dios por el fin de esta guerra”.