Voces por la justicia climática y la conversión ecológica Iglesias del sur global a la ONU: "La COP30 debe ofrecer resultados acordes con la dimensión de la crisis climática"

“El cambio climático es un factor de inseguridad e inestabilidad"
"La Iglesia no permanecerá en silencio. Seguiremos alzando nuestra voz junto a la ciencia, la sociedad civil y los más vulnerables, con verdad, valentía y coherencia, hasta que se haga justicia"
Las Iglesias del sur global rechazan las falsas soluciones como el capitalismo verde, la tecnocracia, la mercantilización de la naturaleza y el extractivismo, que solo ayudan a perpetuar la explotación y la injusticia
Para las Iglesias del sur global las exigencias pasan por el acceso a la justicia, la equidad y la protección de los ecosistemas y quienes los habitan
Las Iglesias del sur global rechazan las falsas soluciones como el capitalismo verde, la tecnocracia, la mercantilización de la naturaleza y el extractivismo, que solo ayudan a perpetuar la explotación y la injusticia
Para las Iglesias del sur global las exigencias pasan por el acceso a la justicia, la equidad y la protección de los ecosistemas y quienes los habitan
"Les invitamos a unir fuerzas para fortalecer los procesos multilaterales democráticos, como el Acuerdo de París, y reconstruir la confianza en la cooperación y el diálogo, uniéndonos como humanidad, Norte y Sur, por el bienestar del planeta". Es la solicitud expresa que hacen las Iglesias del sur global a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en una carta dirigida a sus autoridades con ocasión del "Evento especial de alto nivel del Secretario General de la ONU sobre la acción climática".
Los obispos del sur global ponen en conocimiento del organismo internacional el "Mensaje de las Conferencias y Consejos Episcopales Católicos de África, Asia, América Latina y el Caribe con ocasión de la COP30”. Un llamado a la justicia climática y la Casa Común: Conversión ecológica, transformación y resistencia a las falsas soluciones".
Documento que destacan, fue presentado a las Iglesias locales y al Papa León XIV, tras la preparación conjunta de su contenido, por parte de las Iglesias del Sur Global. Un signo de responsabilidad y compromiso con la preservación de la Casa común, una invitación que se extiende a los tomadores de decisiones y a las personas de buena voluntad.
Si bien los Obispos saludan los esfuerzos del Secretario General de la ONU al reconocer que “el cambio climático es un factor de inseguridad e inestabilidad". Esta es una de las razones para trabajar desde diferentes perspectivas para que la COP30, "ofrezca un resultado a la altura de la dimensión de la crisis climática”. En este aspecto los obispos escriben la misiva porque "les preocupa seriamente la posible falta de ambición para garantizar el umbral de 1,5° en la temperatura".

Un asunto de justicia y dignidad
Sin desconocer la invitación que se ha hecho desde la ONU para que todos los gobiernos presenten sus NDCs en el evento de alto nivel de este mes, los obispos señalan que es necesario escribir esta carta, porque diez años después de la publicación de la Encíclica Laudato Si' y la firma del acuerdo de Paris, los países no han respondido con la urgencia necesaria".
Al respecto, aseguran que "la Iglesia no permanecerá en silencio. Seguiremos alzando nuestra voz junto a la ciencia, la sociedad civil y los más vulnerables, con verdad, valentía y coherencia, hasta que se haga justicia".
En este sentido, dentro de sus demandas advierten que la crisis climática es una realidad urgente, con el calentamiento global alcanzando 1,55°C en 2024. “No se trata solamente de un problema técnico: es un asunto existencial de justicia, dignidad y cuidado de nuestra casa común”, precisan.
Para los obispos, la ciencia es clara y debemos limitar el calentamiento global a 1,5°C para evitar efectos catastróficos. Este es un objetivo al que no debemos renunciar, porque es “el Sur Global y las generaciones futuras quienes ya están sufriendo las consecuencias”.
Por eso, rechazan las falsas soluciones como el “capitalismo verde”, la tecnocracia, la mercantilización de la naturaleza y el extractivismo, que solo ayudan a perpetuar la explotación y la injusticia. Para las Iglesias del sur global las exigencias pasan por el acceso a la justicia, la equidad y la protección de los ecosistemas y quienes los habitan.

El bien común: una prioridad
De ahí que los representantes de las Iglesias del sur global exhorten a los tomadores de decisiones a cumplir el Acuerdo de París, asegurar la financiación climática suficiente –para recuperar pérdidas y daños y construir comunidades resilientes, evitando que el Sur Global se siga endeudando.
Opción que implicar hacer uso de la COP30 como un momento especial para “acordar un mecanismo multilateral conjunto que acelere y apoye las transiciones de los pueblos y las comunidades”.
Esto facilitará el acceso al financiamiento y la asistencia técnica para hallar transiciones justas que fomenten un desarrollo centrado en las personas, actuando en coherencia con la preservación de la biodiversidad, y tomando medidas para eliminar barreras a la transición, como la deuda.
De esta forma proponen que se ponga el bien común por encima del lucro, avanzando hacia la “transformación del sistema económico actual hacia un modelo restaurativo que priorice la solidaridad, el bienestar de las personas y garantice condiciones de vida sostenible en el planeta”.

Una esperanza real
Invitación que se extiende a la promoción de políticas del clima y de la naturaleza basadas en los derechos humanos y de la naturaleza. Propuesta que exigirá compartir e implementar soluciones tecnológicas éticas, descentralizadas y apropiadas; además de lograr un nivel de deforestación cero para 2030, restaurar los ecosistemas acuáticos y terrestres vitales y detener la pérdida de biodiversidad.
“Confiamos en que un diálogo auténtico, basado en la verdad y la justicia, pueda guiar a la comunidad internacional hacia las profundas transformaciones requeridas”, afirman los obispos, recordando que “la urgencia de este momento no deja lugar para demoras, compromisos o medidas a medias: que nuestros esfuerzos comunes en la COP30 y más allá de este evento deben fomentar una esperanza real, salvaguardando la creación y asegurando un futuro digno para las generaciones venideras”.
El documento está dirigido a Sr. António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas Annalena Baerbock Presidenta de la 80ª Asamblea General de la ONU y a Simon Stiell Secretario Ejecutivo de la CMNUCC . Firman la comunicación el Cardenal Jaime Spengler, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam); el Cardenal Filipe Neri Ferrao, presidente de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC); y el Cardenal Fridolin Ambongo Besungu, presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (Secam).