Durante movilización por la Vida y los Territorios en Bogotá Una treintena de indígenas toman la sede de la Nunciatura en Colombia

Indígenas se toman sede de la Nunciatura en Colombia
Indígenas se toman sede de la Nunciatura en Colombia

"Exigimos, pacíficamente, al Gobierno Nacional el desmonte del paramilitarismo ya", piden los representantes de las comunidades indígenas

"Instalamos un refugio humanitario en la sede de la Nunciatura en Bogotá, como parte de nuestra movilización"

La falta de atención a los problemas de seguridad que aquejan a las comunidades indígenas en sus territorios es uno de los motivos de la toma pacífica de la Nunciatura

Un grupo de al menos 30 indígenas se tomó la sede de la Nunciatura Apostólica en Bogotá. Los jóvenes se identificaron como integrantes de la Movilización por la Vida y los Territorios que este 4 de junio se realizó por las calles de la capital colombiana.

Portando bastones de mando, pancartas y banderas alusivas al movimiento indígena, los manifestantes bloquearon inicialmente la sede del Ministerio del Interior. Posteriormente, se trasladaron a la Nunciatura Apostólica ubicada en el tradicional sector de Teusaquillo.

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"Instalamos un refugio humanitario en la sede de la Nunciatura en Bogotá, como parte de nuestra movilización", informó el Congreso de los Pueblos en sus redes sociales.

Refugio

Vida digna

La indiferencia por parte del gobierno del presidente Gustavo Petro para escuchar y atender oportunamente los clamores de las comunidades indígenas, respecto a cuestiones humanitarias sería el principal argumento de los jóvenes que permanecen en la sede diplomática que fue declarada “refugio humanitario”.

Dentro de las preocupaciones de los representantes de los pueblos originarios está la falta de atención a los problemas de seguridad que aquejan a las comunidades en sus territorios y que impiden su libre desarrollo y movilización. "En este espacio nos encontramos pueblo organizado, que luchamos por la paz y la vida digna, y por eso estamos siendo víctimas de la actual emergencia humanitaria”.

Igualmente piden que se desmonten las estructuras paramilitares que afectan el desarrollo de las comunidades, un acto que busca hacer "un llamado a las comunidades religiosas internacionales" con el propósito de recibir su acompañamiento en este proceso.

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Una toma pacífica

Al momento del incidente Mons. Paolo Rudelli, Nuncio apostólico de su santidad en Colombia, se encontraba cumpliendo con compromisos propios de su misión en la cancillería ubicada en el centro de la ciudad. Actividad en la que se sabe estaba acompañado por los miembros del cuerpo diplomático.

En las primeras horas de la toma se pensó en establecer un corredor humanitario para evacuar a los empleados de la Nunciatura, pero se contempló la posibilidad de crear un corredor humanitario que facilitara la salida del personal que trabaja en la Nunciatura Apostólica, pero por libre decisión optaron por mantenerse dentro de la sede diplomática, por cuanto la toma se realizó de manera pacífica”.

Al final del día, se realizó una reunión a la que asistieron el ministro Luis Fernando Velasco y la viceministra de diálogo social, Lilia Solano, con el objetivo de escuchar las solicitudes e instalar una mesa de diálogo para reunirse con los líderes de las comunidades.

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Movilizaciones simultáneas

De forma paralela a la movilización de la capital de la república en el departamento del Cesar en la región Caribe de Colombia se adelanta otra toma indígena que está situada en la vía El Burro, donde los manifestantes armados con palos, piedras y llantas, decenas de personas impiden el paso de los vehículos.

Allí permanecen integrantes de diferentes organizaciones indígenas pertenecientes a la región de Dos Ríos y Ciudad en Movimiento Colombia que levantaron una especie de campamento con plásticos, banderas y bastones de mando.

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