Cambiar de planes

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Qué fácil nos resulta mirar en nuestra agenda lo que ya de antemano tenemos organizado, controlado, pero no hay ningún apartado para las ocasiones en que se nos cambian los planes y suerte de ello. ¡Hoy se me junta todo! Así fue lo que le contesté a una amiga que me invitaba a quedar con ella justamente en un día que según mis planes tenía muchas cosas, claro está que no estaba en la agenda, aunque rápidamente le dije que sí, una muy buena opción el compartir con ella.

El encuentro con el otro te hace salir y cambiar de planes. Qué bueno es que nos ayuden a salir de nuestra organización y dejar margen a priorizar o vivir lo que se nos presenta inesperadamente. Es cierto que hay días que se junta todo porque quizás mañana me hubiera ido mejor quedar con ella o también hubiera ido más tranquila, quien sabe, pero la vida como siempre es ahora, porque es ahora que respiro, porque es ahora que puedo responder a la llamada que el otro me hace y ya vino a mi encuentro. Es importante estar alerta a cuando la gente se nos acerca, también con los que comparto diariamente, no es sólo para quedar en plan tranquilo, agradable, de amistad sino el saber prestar atención a tantos momentos como sabemos que muchas veces se nos escapan de nuestras manos, porque es cierto que también vamos a nuestra bola, a lo nuestro sin percibir al otro y a veces es en lo más sencillo como un saludo, una mirada, una llamada, etc., precisamente eso se hace invisible a nuestros ojos.

Ahora que estoy escribiendo me acuerdo que recientemente estaba hablando con alguien y una llamada de teléfono interrumpió la conversación que estaba siendo interesante, de compartir un poco más de la persona que no sólo en ambiente de trabajo. Lástima porque esa llamada dejó la conversación de tú a tú en el aire y cada una volvió a lo suyo. Sí, muchas veces son las prisas, el debo de continuar... que nos lleva a perder ocasiones para compartir y estar con el otro. Ayúdanos Señor a saber escuchar, a ver, a tener el corazón en alerta para saber responder las llamadas importantes que recibimos y donde TÚ te haces presente. Texto: Ana Isabel Pérez.
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