Gracias

gracias
Gracias, palabra mágica que no cuesta dinero. Ser agradecido es de buen nacido, dice el refrán y el autor del salmo sesenta y seis está convencido de esto y de lo importante que es durante el día tenerlo presente. Directamente no aparece la expresión gracias pero sí su contenido es de agradecimiento.

Una petición que hace el salmista es: “El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros” (v. 2). El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios; si él ilumina su rostro sobre nosotros, su luz resplandeciente nos irá transformando y cada vez seremos más semejantes a su imagen.

El salmo tiene un estribillo que reza: “Oh Dios que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben” (v 4) es una invitación universal, no se cierra únicamente a su pueblo, cosa mucho más común en el pueblo de Israel sino que invita a que todos los pueblos extranjeros, a bendecir y alabar a Dios por los beneficios que reciben cada día. Uno de éstos es: “Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra” (v 5).Es un reconocimiento al orden existente en la creación obra de Dios.

Otro motivo de acción de gracias es por los frutos que la tierra ofrece al hombre para su sustento: “La tierra ha dado su futo, nos bendice el Señor nuestro Dios” (v 7). Y para terminar exclama: “Que Dios nos bendiga, que le teman hasta los confines de la tierra” (v 8). Ya dice la Escritura: “El principio de la sabiduría es el temor del Señor” (Pro 9,10).Texto: Hna. María Nuria Gaza.
Volver arriba