Vida... Hombres nuevos, formas nuevas

Buscando seguridades nos vamos anquilosando

Puede parecernos a los que ya somos mayores que cuanto hacemos, lo realizamos de la mejor manera posible, nuestro método es el mejor método. Y así sin querer, pero buscando seguridades nos vamos anquilosando, buscando más apoyos exteriores cuando sentimos que nuestras fuerzas ya no bastan.

Novedad

Releyendo primer libro de Samuel a partir del capítulo 17, con la narración de la batalla entre David, el joven y el gigante Goliat me ha llevado a pensar cómo pueden cambiar las cosas, y los métodos según el momento de cada uno.

Saúl con su armadura, sus armas, sus hombres de confianza, se siente incapaz de vencer al gigante. David en cambio se siente con capacidad de lograr la victoria. Saúl también cree que el joven puede lograrlo si sigue sus métodos, si utiliza su armadura, si empuña su espada, y por eso le ofrece cuanto cree que le puede conducir a la victoria.

Pero David el joven, queda anulado con esa armadura real. Cuanto había sido arma victoriosa puede dejar de serlo. David con todo lo que le ofrece Saúl es incapaz de moverse, él tiene sus métodos propios: su pequeña quijada, su arte, su fuerza su seguridad de que Dios le asiste y así vence al peligroso gigante.

Y es que aquellos a quien llamo jóvenes, porque no alcanzan mi edad, no son inexpertos, tienen sus propios métodos para desarrollar la misión, métodos tan respetables como fueron los míos, pero adecuados al hoy del mundo y de la historia.

Si confió en alguien más joven, si le encomiendo una misión, debo permitir que la realice según su modo de hacer, utilizando sus armas, sin imponerle las mías que por su peso le dejaran sin capacidad de movimiento y le anularan. Hombres nuevos, formas nuevas, mejor adecuadas para el hoy.

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