Insulto a la cruz

Mered
Uno de los principales traficantes de seres humanos, el eritreo Mered, aparece en una foto en La Vanguardia del jueves 9 de junio 2016, donse se ve que colgando de su cuello lleva una cruz bien visible. Este hombre que se ha enriquecido con el tráfico de personas no le honra llevar una cruz en el pecho porque ésta es signo de la donación generosa de Jesús que dio la vida para dar vida. Y este individuo, al contrario, se llenaba los bolsillos con la vida de sus semejantes. Estas pobres gentes que entregaban el fruto del dinero ganado, seguramente con mucho sufrimiento, para ir en busca de un porvenir esperanzador y que en muchas ocasiones sus esperanzas quedaron ahogadas en el mar.

Es duro y decepcionante saber que a este hombre lo único que le dolía cuando había un naufragio era que éstos perjudicaban su negocio. ¿Cómo es posible llegar a una tal indiferencia ante tal drama? Con la cruz que lucía en el pecho ha crucificado a centenares o quizás miles de desheredados del mundo que en vez de tener un fin feliz encontraron la muerte engullidos por el Mare Nostrum, que se ha convertido de vía de transporte de mercancías en vía de tráfico de personas.

El artículo del periódico termina con estas palabras: “El arresto de Mered, que será procesado en Italia, ha sido una victoria esperanzadora para la justicia europea”. El Papa Francisco, ha clamado reiteradamente a favor de los emigrantes que huyen de la guerra o del hambre exponiendo sus vidas para encontrar una vida mejor. No podemos cerrar las puertas de nuestro corazón ante este grave problema. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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