Ojo por ojo

Amor fraterno
En el capítulo 5 del Evangelio de San Mateo hallamos la recomendación de Jesús a sus discípulos de dar a los demás un poco más de cuanto nos puedan pedir: si alguien te pide caminar con él una parte de su camino, ofrécete para caminar el doble, si alguien te pide prestada la túnica, dale también el manto, expresiones que están en contraposición con la aquella ley del mundo antiguo que pretende hacer pagar ojo por ojo y diente por diente a quienes nos ofenden o maltratan.

Pero de ese hombre “antiguo” muchos conservamos “algo” dentro cuando la reacción ante el mal que se nos puede ocasionar es precisamente la del “ojo por ojo”, pero Jesús viene a presentarnos una ley nueva que nos lleva a intentar vivir justo al revés.

Nos cuesta convertirnos y muchas veces, cuando alguien nos ofende, cuando creemos que están abusando de nosotros, no nos resulta difícil desear hacerles lo mismo, pagarles con la misma moneda, y olvidamos que por encima de todo, los cristianos estamos llamados a pagarlo todo con la única moneda del amor fraterno.

Si frente a ley del talión que llama a devolver el mal recibido con la misma carga negativa, supiéramos devolver también todo cuanto de bueno recibimos de los demás, con la misma moneda, nuestro entorno por lo menos respiraría una atmosfera de paz, una atmósfera de amor cristiano y en algo cambiaria la sociedad que está siempre falta del verdadero amor fraterno. Texto: Hna. Carmen Solé.
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