Orad conmigo…

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Estaba mirando noticias en la red y de repente me encontré con una que me ha dado un vuelco al corazón "Fray Francolino Gonçalves o.p. ha muerto en su convento de San Esteban de Jerusalén".

Te fuiste hoy, y es ahora que miro tu foto junto a la triste noticia, que me he quedado en ese momento con la mirada fija ante tu imagen y ante ella, humanamente siento tristeza por tu último viaje en esta tierra y mucho agradecimiento porque tuve la suerte de encontrarme contigo, un buen fraile dominico en Jerusalén. Me vienen a la mente y están en el corazón muchos recuerdos, vivencias contigo y sobretodo tu cercanía fraterna que tuve la gracia de recibir siempre de tu parte, desde donde hoy te fuiste a la Jerusalén celeste. ¡Cuántas veces nos encontramos!, siempre acogedor, sencillo, cercano, fraterno.

“Poco antes de morir, lo último que pidió a los frailes en lecho de muerte fue: ¡Orad conmigo un Padre Nuestro! Y con la oración del Señor Jesús en los labios pasó a la otra orilla...” Antes de irte de esta tierra pediste ¡Orad conmigo un Padre Nuestro!, sin duda, que no podía ser de otra manera tu último suspiro, un testimonio de fe con tu vida ya más cerca de las manos de Dios Padre junto a tus hermanos.

Estoy sin palabras y no las hay para expresar verdaderamente lo agradecida que te estoy y tú sabes por qué. ¡Francolino, quiero orad contigo un Padre Nuestro!. Ojalá no hubiera llegado tan pronto este día de alabanzas pero es verdad que lo que siento en mi corazón ahora es… ¡GRACIAS!, ¡Sí, gracias por lo que me diste y pude gozar contigo! ¡Doy gracias a Dios por tu vida, un gran regalo para la Orden de Predicadores! Nos veremos en la otra orilla.
Texto: Hna Ana Isabel Pérez.
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