“¿Quien eres Señor?” Pablo y la luz

Conversión de san Pablo
Conversión de san Pablo

Los caminos de los hombres no son los caminos de Dios

San Pablo permaneció muchos años sin la luz que viene del Señor Jesús, por esta razón perseguía con ahínco a los que seguían su doctrina. Los Hechos de los Apóstoles nos narran que entraba en las casas de los cristianos y arrastraba hasta los tribunales a los que confesaban su fe en Jesús. Tal era su furia contra estos que logró cartas del sanedrín y con ellas se dirigió a Damasco para acusar a los cristianos que habitaban en esta ciudad.

Pero los caminos de los hombres no son los caminos de Dios, y cuando no se encontraba lejos de la ciudad de Damasco oyó una voz que le decía: “¿Pablo por qué me persigues?” Podemos imaginar la estupefacción de este hombre al oír estas palabras. El fogoso Pablo preguntó: “¿Quien eres Señor?” A lo que la voz le respondió “Soy Jesús a quien tú persigues”.

Entonces Pablo sin ver nada es acompañado hasta Damasco, allí es visitado por Ananías que le dice: “El Señor me manda a ti” (cf Hch 9, 17). Y de este encuentro tenemos a Pablo convertido en apóstol de los gentiles. La luz del Señor entró en su corazón. De perseguidor se convirtió en apóstol incansable de los gentiles y dio su vida por el Evangelio.     

Damasco (2)

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