Regocijaos

Resucitó
Explica Fray Adrián Candiard, o.p., que se preguntó durante mucho tiempo por qué las primeras palabras de Cristo resucitado eran tan banales: “Os saludo” (Cf Mt 28, 1-10), como si el acontecimiento de la resurrección fuera un acontecimiento corriente, vulgar, sin ninguna transcendencia. Pero el día que tuvo la suerte de leer el evangelio en griego, lengua en la cual fue escrito el evangelio de Mateo, cambió de opinión. En griego cuando se saludan no dicen como en francés o en castellano: “Buenos días”, ni "os saludo" sino “regocijaos” y es justamente lo que el texto original del evangelio dicen los ángeles a las mujeres que van a llorar junto la tumba de Jesús.

Este regocijaos griego puede ser una expresión sencilla dicha sin pensar pero que va mucho más allá del puro saludo que exige la educación. Regocijaos es lo que Jesús nos quiere decir a cada uno la mañana de la Pascua, porque está vivo el que estaba muerto. Alegraos los que no hemos vivido en tiempos de Jesús pero que le conocemos por la fe y se encuentra a la puerta de nuestro corazón. Jesús no nos va a ahorrar los sufrimientos adheridos a toda vida mortal, pero en el dolor no estamos solos, Él está junto a nosotros y nos sostiene con su presencia amorosa.

¡Aleluya, Cristo ha resucitado!
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