Adviento...
Levantemos la cabeza
Dios nos guarda con amor en cada instante, hagámoslo presencia viva
Si damos una mirada a nuestra propia historia, encontraremos sin duda, personas que nos han protegido, arropado, querido, con las que podemos contar siempre y también siguen estando presentes en nuestro hoy.
Desde que nacemos, nos cogieron en brazos, nos abrazaron, nos cuidaron, nos amaron… desde el inicio nuestros padres dieron lo mejor por amor y amando. A la largo de la vida vamos encontrando también personas que sabemos que nos acompañan y lo hacen desde la gratuidad, desde el amor que nace limpio, que no exige sino que se entrega, sabe estar al lado del otro siempre y lo hace acogiendo dese lo que el otro vive con sus dificultades y alegrías.
Al orar dicho salmo, me lleva en primer lugar a buscarle, a poner la mirada en Dios, que ya tiene puesta su mirada en nosotros “El Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre.” Nos está acompañando en todo momento, presente en el día a día de nuestra propia existencia y ello nos tiene que llevar a ser más conscientes de ello, a vivir precisamente todo lo que nos acontece desde la mirada puesta en quien está junto a nosotros en el sendero que recorremos, que está pendiente de nosotros y ojalá nos dejáramos cuidar más por Él. ¿De dónde me vendrá el auxilio? Busquemos la propia respuesta.
“Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme; no duerme ni reposa el guardián de Israel.
El Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha; de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.
El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre.” (Salmo 120)
También te puede interesar
Adviento...
Levantemos la cabeza
Futuro...
Agradecer el futuro
Espíritu Santo...
El viento sopla donde quiere…
Espíritu Santo...
Tu espíritu Señor
Lo último