Valor de los pajarillos

Pajarillos
Con frecuencia andamos preocupados por el porvenir, ¿qué va a suceder si ocurre tal cosa o tal otra? Jesús pone en guardia a las multitudes que lo escuchaban de no preocuparse desmedidamente por el futuro porque el futuro está en las manos de Dios y por más vueltas que le demos no vamos a añadir una hora más a nuestra vida: “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin permiso de vuestro Padre. Pues bien, aun vuestros cabellos están todos contados. Así que no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos” (Ma 10 29-31).

Jesús pone el ejemplo de los pájaros que picotean por los campos en tiempos de siega y que él mismo cruza junto con sus discípulos con frecuencia. Es por consiguiente una escena que todos sus oyentes están acostumbrados a ver para hacerlos reflexionar sobre cosas más importantes. Un ejemplo patente son los cientos de emigrantes que huyen de la guerra o el hambre y los hombres, que no somos dioses ni mucho menos, les cerramos el paso. ¿Dónde queda la solidaridad, dónde queda la fraternidad? Son seres humanos con los mismos derechos que nosotros. ¿Hemos olvidado que en épocas anteriores muchos europeos se lanzaron en busca de un porvenir mejor en otras tierras?

Dios pide nuestra colaboración para realizar su misericordia. Por algo dijo al letrado que le preguntaba a Jesús ¿Quién es mi prójimo?, lo que le dijo. A partir de la parábola del hombre que cayó en manos de los maleantes, el Maestro le hace ver quién fue el prójimo del malherido: “¿Quien fue el prójimo del hombre asaltado por los maleantes? El letrado respondió: El que tuvo misericordia de él. A lo que Jesús le respondió: Ve y haz tú lo mismo” (Lu 10, 25-37).El mensaje no puede ser más claro: Dios llama a la puerta de nuestro corazón. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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