Vigía en tus murallas

Jerusalen


“En tus murallas he puesto centinelas, Jerusalén, que de día y de noche dicen sin cesar: Que no callen los que invocan al Señor…” dice el profeta Isaías (Cfr. 62, 6-12). ¿Y quien ha puesto los vigías en las murallas? ¿Quién es en realidad el que guarda la ciudad? El salmo 147 dice: “Glorifica al Señor Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión que ha reforzado los cerrojos de tus puertas”.Así pues, están los centinelas pero es Yahvé quien en realidad vela sobre la ciudad santa. Él de día y de noche está atento a lo que sucede, “con ninguna nación obró así” (Sl 147).

El Señor no es como los otros centinelas que tienen turnos de vigilancia y cuando éstos terminan pueden descansar.“Nunca más permitiré que tus enemigos se coman tu trigo ni que los extranjeros se beban el vino que es fruto de tu trabajo, sino que vosotros mismos recogeréis la cosecha, la comeréis y me alabareis a mi” comenta el profeta Isaías. Por esta razón el salmo 147 dice: “Glorifica al Señor Jerusalén; alaba a tu Dios Sión”.

Unos versículos más adelante el profeta continua: “Decidle a la ciudad de Sión que ha llegado ya su salvador. A los israelitas los llamarán el pueblo santo”. El pueblo santo somos todos los que hemos creído en Jesús muerto y resucitado. Este texto del profeta Isaías es muy consolador, somos el pueblo rescatado por la sangre de Jesús muerto en cruz para dar vida. Por esta razón glorifiquemos al Señor, cantemos su infinita misericordia para con nosotros, “somos su pueblo ovejas de su rebaño. Su fidelidad dura siempre” canta el salmo 99.
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