El justo se alegrará con el Señor
Al leer y reflexionar sobre este salmo me viene en mente Jesús injustamente acusado por falsos testigos, el sanedrín que tenía que defender la causa de los justos se ensaña contra él porque desbarata sus ideas, éstos, tan religiosos lo llevan ante un tribunal romano “que condena a muerte al autor de la vida”, comenta Josep Maria Rovira Belloso.
Mas la muerte no puede tener la última palabra. Con su resurrección “Dios cumple su gran acción, que nos impresiona con su grandeza y nos llena de alegría. Porque en ella nos promete a todos la salvación” (Luis Alonso Schökel). “Todo el mundo se atemoriza, proclama la obra de Dios y medita sus acciones. El justo se alegra con el Señor y se refugia en él” (v 10-11). Jesús muere confiando plenamente en el Padre: “En tus manos encomiendo mi espíritu” (Lu 23,45). Que esta pueda ser nuestra muerte: morir confiados entre las manos de Dios Padre.Texto: Hna. María Nuria Gaza.