Confiar... Una mirada distinta

Una mirada distinta
Una mirada distinta

Es indudable que estamos viviendo un hoy inimaginable hace unos meses, que todo lo que nos rodea parece que tiene el mismo foco, un bombardeo constante en los medios de comunicación, inquietud, incertidumbre, incluso miedo a que nos toque de cerca, etc.… y en todo ello, es ahora quizás más que antes o con una mirada distinta que podemos acercarnos más al Señor, que está más cerca de nosotros de lo que a veces podemos pensar y pedirle con insistencia: “Danos hoy tu paz Señor”.

Hace unos días vi un video de una persona enferma de cáncer y en todo momento su mensaje era de fortaleza, de acoger el hoy pero luchando, sin lamentos, dando la cara, intentándolo todo y con buena cara. Le sonreía a la vida porque respiraba, porque el momento que estaba atravesando le estaba dando mucho de bueno, a valorar más lo importante, la gente que de verdad quieres y está cerca de ti, etc.….; un testimonio que te hace pensar y a la vez palpas la serenidad de quien a pesar de una enfermedad, valora el hoy a tope y lo vive. Me dejó sin palabras y ahora también esa persona está en la oración.

Es indudable que estamos viviendo un hoy inimaginable hace unos meses, que todo lo que nos rodea parece que tiene el mismo foco, un bombardeo constante en los medios de comunicación, inquietud, incertidumbre, incluso miedo a que nos toque de cerca, etc.… y en todo ello, es ahora quizás más que antes o con una mirada distinta que podemos acercarnos más al Señor, que está más cerca de nosotros de lo que a veces podemos pensar y pedirle con insistencia: “Danos hoy tu paz Señor”.

Que el bullicio exterior no nos paralice y sigamos respondiendo cada día en aquello que hacemos y desde lo que somos siempre desde la confianza y la esperanza. El Señor nos pide  acoger el hoy con fe, e intentar seguir siendo luz para otros, estar al lado de los que sufren más de cerca la pandemia. Quizás tenemos una oportunidad para valorar lo que de verdad importa, para vivir este hoy de nuestra vida a tope, con una mirada distinta, agradecidos porque nuestro corazón sigue latiendo.

Volver arriba