A lo largo de nuestra existencia, en alguna ocasión vivimos alguna experiencia, en la que sentimos que no estaba en nuestros planes y que algo distinto sucedió. Ahora recuerdo con alegría, el día en que les comuniqué a mis padres, que me sentía llamada por Dios a seguirle en la vida religiosa y cómo mi padre me dijo ¨que no estaba en los planes que él pensaba para mí, pero que si estaba en los planes de Dios, adelante!¨.

Haciendo una mirada por el pasado y presente de mi vida, sin duda, palpo distintas etapas en las que camine por senderos que estaban en la ruta que recorro con el Señor y en todo lo recorrido, con sus momentos de luz y también de dificultades, veo su mano y su presencia en el caminar. El siempre ha estado cerca, aun cuando cuesta subir alguna montaña de tu propia existencia. Me siento dichosa y agradecida por todo lo ya vivido junto a Él y por tantas personas que llevo en el corazón que forman parte de mí.

La aventura de seguir al Señor conlleva un estar en ¨alerta¨, a estar despiertos, a dejarnos sorprender por sus planes, por sus caminos a recorrer. ¨Dichosos los que oísteis la llamada al pleno seguimiento del Maestro, dichosos cuando puso su mirada y os quiso para amigo y compañero¨. Concédenos Señor, caminar en fidelidad a tu Amor. Ayúdanos a reconocer en nuestro día a día tu voluntad, a permaneced en Ti.

"Lo que no estaba en mis planes, estaba en los planes de Dios" Edith Stein

Texto: Hna Ana Pérez.