¡Verdaderamente ha resucitado el Señor! Hemos visto al Señor

Hemos visto al Señor
Hemos visto al Señor

¡Bienaventurados los que crean sin haber visto! Que nuestra vida desde el camino de la fe, nos lleve a proclamar en el día a día, que sí, Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios que nos da vida en abundancia ¡Hemos visto al Señor! Dejemos que camine junto a  nosotros.

Estamos ya en la segunda semana de Pascua y brota de una manera especial la alegría en nuestros corazones por este tiempo pascual de gozo, de gracia, porque desde la fe creemos que ¡Verdaderamente ha resucitado el Señor!

Nos encontramos en el evangelio de San Juan (20,10-31) a los discípulos que han visto al Señor y han creído, pero no estaban todos juntos, faltaba Tomás al que según el texto muestra su incredulidad y necesita ver y tocar al Señor para creer. La alegría de la que se llenaron los discípulos al ver al Señor recibiendo el Espíritu Santo y el envío en misión, no cautivó a otro compañero de camino para creer.

Y el Señor volvió, le dio otra oportunidad para creer desde lo que él necesitaba, para que su incredulidad se convirtiera en una manifestación de fe y de amor a través de sus palabras que creo brotarían también con lágrimas al decir: ¡Señor mío y Dios mío!

¡Bienaventurados los que crean sin haber visto! Que nuestra vida desde el camino de la fe, nos lleve a proclamar en el día a día, que sí, Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios que nos da vida en abundancia ¡Hemos visto al Señor! Dejemos que camine junto a  nosotros.

“Gracias, Señor, por tus misericordias,

que me cercan en número mayor

que las arenas de los anchos mares

y que los rayos de la luz del sol.

Porque yo no existía y me creaste,

porque me amaste sin amarte yo,

porque antes de nacer me redimiste:

Gracias, Señor.

Porque me diste a tu bendita Madre

y te dejaste abrir el corazón,

para que en él hallase yo refugio:

gracias, gracias, Señor….” (Himno)

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