Representante de la Iglesia colombiana en las próximas negociaciones con el Gobierno Monseñor Henao: "Es hora de pactar. La Iglesia católica debe unirse en oración, pero también en reflexión y acción"

Monseñor Henao
Monseñor Henao

El episcopado y la ONU sirven como garantes en la negociación entre el Gobierno colombiano y el Comité Nacional del Paro, con el fin de superar la crisis

El director de Cáritas es facilitador y propone un gran diálogo que conduzca hacia el pacto nacional por la reconciliación

Citando al Papa, Henao explica que hace falta 'humildad social' para construir un proyecto en común

Considera que "para avanzar en una solución no basta con reconocer el derecho a la protesta pacífica, hay que rodearla y protegerla, para que tenga todas las garantías necesarias"

Monseñor Héctor Fabio Henao, director del secretariado nacional de pastoral social (Cáritas colombiana) representa a la Conferencia Episcopal como garante, junto a la ONU, de las negociaciones en ciernes entre el Gobierno y el Comité Nacional del Paro. Dicho comité reúne a las organizaciones sociales que convocaron a la ciudadanía a una serie de protestas que comenzaron el 28 de abril y más de dos semanas después continúan en la calle, a pesar de la represión de la que ha sido objeto por parte, en especial, de la policía nacional, institución vinculada al Ministerio de Defensa.

Ante la crisis que ha significado la agudización de la violencia (ya son más de 40 los muertos, a manos de la fuerza pública), Henao da la razón a quienes consideran que las últimas dos semanas de convulsión en Colombia son manifestación de inequidades e injusticias de fondo; “reclamos que nunca se han resuelto plenamente” y en respuesta no han tenido garantías de expresión.

Henao

Según el eclesiástico, para avanzar en una solución no basta con reconocer el derecho a la protesta pacífica, “hay que rodearla y protegerla, para que tenga todas las garantías necesarias”. El director de Cáritas en Colombia sostiene que, si bien el Comité Nacional del Paro, representa un importante sector de quienes están en las calles, el Gobierno también tiene que dialogar con los jóvenes, los indígenas, los afrodescendientes y otros grupos que demandan atención frente a sus demandas.

A lo que comenzó como una ola de movilizaciones contra los planes gubernamentales de reforma tributaria y de cambios en el sistema de salud, se le ha sumado indignación frente a la represión, el asesinato de líderes sociales y firmantes del acuerdo de paz suscrito en 2016, la impunidad, el proyecto del presidente de retomar las aspersiones con glifosato contra los cultivos de coca y otras situaciones criticadas por muy diversas capas de la sociedad colombiana.

Para Henao todas las voces (“aunadas a las de los empresarios, intelectuales, sectores de la academia y las organizaciones sociales, las plataformas de derechos humanos y constructores de paz”) deben ser tenidas en cuenta para el desarrollo de “un gran diálogo que conduzca hacia el pacto nacional por la reconciliación, la justicia social y la paz”.

“Es hora de pactar”, sostiene enfáticamente. En su opinión, la Iglesia católica debe unirse en oración, pero también en reflexión y acción frente a “las grandes inequidades e injusticias que se han represado a lo largo del tiempo”. Una realidad que, a su juicio, debe interpelar a toda la sociedad.

Un aporte del papa Francisco resulta determinante, como fuerza y guía, en esta hora que exige concertación: la humildad social. Según Henao, “es un principio que tenemos que aplicar en Colombia para poder acercarnos en un momento tan difícil como este. Capacidad de aceptación de la dignidad y la palabra de los otros y de las otras para podernos entender, para podernos mirar y reconocernos como hermanos y hermanas todos; para construir un proyecto común”.

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