¡Voló tu corazón lleno de nombres!... Adéu, adiós, tchau querido Pedro

Adéu, adiós, tchau querido Pedro
Adéu, adiós, tchau querido Pedro

(Hecho en los primeros y últimos versos con frases del mismo Casaldáliga, del que ya dije una vez que manejaba los sonetos como Mozart las sonatas)

Te vas, pero nos dejas un venero

de paz y de coraje; guerrillero

del mundo, de la Iglesia y de ti mismo.

¡Voló tu corazón lleno de nombres!...

La amalgama de amores que cultivas

va tejiendo un tapiz de siemprevivas:

flores regadas de mujeres y hombres.

Tapirapés surcando el Araguaia

con orgullo de raza rediviva,

dibujan con el agua azul festiva

tu nombre en las arenas de la playa.

Y te acoge el Misterio en un abrazo

sin fin, que te recrea en Su regazo

de eternidad sin sombra de egoísmo.

Te vas, pero nos dejas un venero

de paz y de coraje; guerrillero

del mundo, de la Iglesia y de ti mismo.

Casaldáliga
Casaldáliga

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