"Proclamar vuestra incompatibilidad es sustituir la democracia por la egocracia o la partidocracia" José I. González Faus: "A Arrimadas, Iglesias, Rufián.... y demás familia"

Rufián e Iglesias
Rufián e Iglesias

"No sois instancias últimas de la vida política sino solo representantes de millones deciudadanos que han de convivir"

"Uno de los ingredientes esenciales de la democracia es precisamente el empeño por el diálogo y el encuentro entre los que parecen incompatibles, para facilitar así la convivencia entre todos los ciudadanos"

"Por favor hermanos: una de las cosas a que estáis más obligados los políticos es a dar ejemplo. Y si no, mejor retirarse"

Compañeros: es muy normal que entre vosotros haya posturas o ideas que son incompatibles. Esa es nuestra limitación humana ante una realidad tan compleja.

Pero es bastante anormal (por no decir inmoral) que, solo por eso, proclaméis que vuestros partidos son incompatibles: porque una cosa son las ideas y otra las personas. Proclamar esa incompatibilidad es sustituir la democracia por la egocracia o la partidocracia: porque uno de los ingredientes esenciales de la democracia es precisamente el empeño por el diálogo y el encuentro entre los que parecen incompatibles, para facilitar así la convivencia entre todos los ciudadanos.

Los partidos políticos (y sus dirigentes) no sois instancias últimas de la vida social: sois meros representantes de miles y miles de ciudadanos que viven en este país y han de convivir entre ellos. Nos guste o no nos guste, detrás de Bildu hay miles y miles de personas que son conciudadanos nuestros y con los que estamos llamados a convivir. Como las hay también detrás de ERC, detrás de Ciudadanos o detrás de UP y demás familia.

Arrimadas y Sánchez

Vosotros no sustituís a esos cientos de miles o millones de personas, como si la incompatibilidad fuera solo un problema particular vuestro, que puede solucionarse con la simple separación y exclusión del trato, como pasa con los matrimonios. Vosotros estáis obligados a facilitar la convivencia sin renegar de vuestras convicciones. Mucho más si os consideráis de izquierdas: porque los dos componentes fundamentales de la izquierda son la justicia social y la convivencia, que son los verdaderos pilares de una democracia digna de ese nombre.

Por eso quiero deciros que me escandalizan profundamente esas frases que oímos estos días: “si esos firman los presupuestos, ya no los firmamos nosotros”. ¡Por favor! Se puede decir que yo no firmo los presupuestos porque “son expansivos”.  Vale, aunque a lo mejor expansivos significa lo mismo que justos… Pero, como dije otra vez, la única razón para firmar o no ha de ser qué dicen, no quién lo dice…

Y todo eso me hace pensar que hubo un fallo en nuestra transición: pero no en los políticos (como suele decirse hoy), que lo hicieron más o menos bien. Hubo un fallo grande en los ciudadanos, entre los cuales estabais vosotros, y que nos creímos que democracia es igual a “que mande yo”. Y no es así: democracia significa que mandemos todos. Con lo cual a mí no me corresponde todo el poder sino solo una millonésima parte de poder. Y esto es lo que no queremos aceptar.

Por favor hermanos: una de las cosas a que estáis más obligados los políticos es a dar ejemplo. Y si no, mejor retirarse: porque ahora que en la Iglesia se critica tanto el clericalismo y se lucha contra él, no vayamos a caer en un “clericalismo de los políticos”.

Sánchez y Rufián

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