"No es Francisco el autor de este documento (aunque también lo firme)" ¿El documento sobre la dignidad humana? Mejorable

El cardenal Fernández en la presentación del documento
El cardenal Fernández en la presentación del documento RD/Captura

Es inmejorable que este haya sido el tema de un documento de la autoridad eclesiástica,  y que argumente más con Ratzinger que con Francisco

Me pareció muy valiosa la advertencia sobre los cambios aparentemente inocentes del lenguaje, para justificar tácitamente algunas violaciones de esa dignidad absoluta

Los progresistas tienden a convertir la excepción en regla, y los conservadores tienden a olvidarse de que existe la excepción

Mejorable cierto tono de acusación al mundo, como si quiera sugerir que la Iglesia somos los buenos y el mundo lo malos. Falta una petición de perdón por pecados de la Iglesia en este campo

Decir que algo es mejorable significa reconocer que está francamente bien, pero que algún defecto tiene. Esa es la impresión que me dejó el documento vaticano sobre la dignidad humana, aunque debo reconocer que solo tras una primera lectura y sin acabar de estudiarlo a fondo.

Es inmejorable que este haya sido el tema de un documento de la autoridad eclesiástica. Porque ese es el punto fundamental del anuncio cristiano que puede unir a creyentes y no creyentes, aunque sea muy distinta la manera de fundamentar esa dignidad absoluta: para unos porque el ser humano es hijo de Dios y hermano de Jesucristo y, para los otros porque, como escribió Simone de Beauvoir: “no tenemos otra cosa mejor”…

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Me ha llamado positivamente la atención el que la mayoría de las citas que fundamentan esa dignidad, y sus importantes consecuencias sociales, sean de Ratzinger-Benedicto XVI: como si la Congregación de la fe quisiera frenar a todas las voces conservadoras que quieren hacer de Ratzinger un arma para atacar a Francisco.

Algunos párrafos (no todos) permiten sospechar que, efectivamente, no es Francisco el autor de este documento (aunque también lo firme): pues no brilla en ellos esa admirable capacidad de formulación que tiene el actual obispo de Roma.

Documentos RD: 'Dignitas Infitinita',  sobre la dignidad humana
Documentos RD: 'Dignitas Infitinita', sobre la dignidad humana

Me pregunté también, mientras leía, si alguno de los argumentos dados ante los temas más controvertidos hoy (cuestiones de “género”, aborto, eutanasia y demás) no podrían formularse con algo más de contundencia. Me pareció muy valiosa la advertencia sobre los cambios aparentemente inocentes del lenguaje, para justificar tácitamente algunas violaciones de esa dignidad absoluta: como sustituir la palabra aborto (etimológicamente: “nacimiento negado”) por “interrupción de embarazo” (tan aparentemente objetiva en este mundo donde se interrumpen muchas cosas y, a veces, deben interrumpirse). O la expresión “muerte digna” cuando habría que decir muerte “indolora” que, sitúa mejor el tema: porque pone ante nuestros ojos el problema de los casos límite, en los que parece que es la misma naturaleza la que no respeta esa dignidad humana. Y nada digamos (aunque esto el documento no lo cita, supongo que por prudencia del uso, en sí correcto, del “derecho de Israel a defenderse”, pero que hoy solo significa derecho de EEUU y Alemania a exportar armas a Israel. Los palestinos, como no pueden pagarlas ya no tiene ese derecho…

En el modo de tratar los otros casos citados, volví a percibir la clásica diferencia que hay entre derechas e izquierdas ante esos casos-límite. Reconociendo que ha sido mérito de las izquierdas haber afrontado y puesto sobre la mesa esos casos, a veces muy serios, resulta que, frente el clásico dicho de que “la excepción confirma la regla”, he tenido con frecuencia la sensación de que los progresistas tienden a convertir la excepción en regla, y los conservadores tienden a olvidarse de que existe la excepción quedándose cómodamente solo con la regla. Si esto es así, creo que hay aquí un punto de partida para diálogos posteriores.

Así por ejemplo: hay dolores y situaciones realmente insoportables: el documento habla entonces de cuidados paliativos pero… resulta que esos cuidados son infinitamente más caros que una occisión directa. Y que una vez justificada la eutanasia, puede servir como excusa para facilitar que el pobre viejo nos deje en paz y podamos heredarle antes. Y para el otro lado: declarar una acción como inmoral no significa exigir que sea también ilegal. Una cosa es el derecho (supongamos: al aborto) y otra la despenalización. Porque, como ya decía santo Tomás, el legislador ha de buscar ante todo el bien común. Y el bien común puede exigir a veces no penalizar conductas ilegítimas (antaño se ponía como ejemplo la prostitución, cosa hoy muy discutible).

'Tucho' Fernández presentó Dignitas Infinita
'Tucho' Fernández presentó Dignitas Infinita RD/Agencias

Pero el punto que me pareció sinceramente mejorable es que creí percibir en esa proclamación de la absoluta dignidad humana, un cierto tono de acusación de la Iglesia al mundo, en vez de presentarla como algo que el evangelio (la buena noticia) de Jesucristo impone tanto a la Iglesia como al mundo. Como si inconscientemente se sugiriera que en la Iglesia estamos los buenos y en el mundo los malos. Naturalmente eso no está dicho así, ni de lejos. Pero sí que eché de menos una confesión por parte de la Iglesia, de sus culpas en este campo.

Por poner un único ejemplo: cuando se condena con tal rotundidad la pena de muerte, ¿cómo no lamentar que el “Catecismo de la Iglesia católica” la defendiera claramente? Aún recuerdo un viejo programa de televisión –no sé ya si con Mercedes Milá- donde un obispo estuvo defendiendo este punto del Catecismo ante las acusaciones de uno o dos no creyentes. Y por supuesto, ejemplos como ese hay más (sin necesidad de remontarnos a la inquisición); ejemplos que contrastarían con otras actuaciones admirables de la Iglesia como la defensa que hizo el papa Paulo III de la dignidad humana de los indígenas americanos, ante el mal trato de los conquistadores españoles.

También me resultó un poco apologética la pretensión de que esa afirmación de la absoluta dignidad del ser humano ha estado siempre explícita en la conciencia eclesial, citando para eso la definición que dio Boecio (en el s. V), de la persona como “sustancia individual de naturaleza racional” (“rationalis naturae individua substantia”). Creo que el interés de esa definición (que no acaba de entusiasmar) era mucho más metafísico que ético.

Documento 'Dignitas Infinita' del Dicasterio para la Doctrina dela Fe
Documento 'Dignitas Infinita' del Dicasterio para la Doctrina dela Fe

Echando mano del principio paulino ante todas las divisiones globales entre los humanos: “todos son pecadores” (lo cual implica también que todos somos perdonados), el documento, a pesar de las cosas mejorables que he creído percibir, constituye una fundamentación de, y una llamada a, esa tarea hoy tan urgente y común para creyentes y no creyentes: la fe en la absoluta dignidad del ser humano y el imperativo categórico de trabajar por el respeto a esa dignidad, como la tarea más importante en el mundo de hoy. Lo cual está en continuidad con la “Fratelli tutti” de Francisco y quizás haría este mundo menos cruel y menos triste.

Repito: son primeras impresiones, pero quizá puedan suscitar ulteriores profundizaciones.

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