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"Se marchó triste porque era muy rico" (Mc 10,22)
sobre Ratzinger
En escritos recientes (sobre el caso Rupnik) aludí a la poca credibilidad de algunas informaciones de los Media cuando hablaban, no del caso sino de procedimientos eclesiásticos. Hoy acabo de encontrar un ejemplo doloroso de ello. En un editorial (no en crónica de algún particular) dice un diario que la hostilidad de Bendicto XVI contra la teología de la liberación llegó "hasta expulsar de la Iglesia a Leonardo Boff". ¡Por favor!
Leonardo sigue dentro de la Iglesia. Dejó por voluntad propia la orden franciscana, tras un escrito dolido en que decía que la congregación para la doctrina de la fe le había quitado no la fe pero sí "la esperanza". Pero luego de eso ha seguido dedicado a la teología dentro de la Iglesia: basta con ver lo que ha escrito para entender eso. Al menos, la última vez que comí con él, fuera ya de la Orden franciscana, en un restaurante de Río, seguía dentro de la Iglesia. Y recuerdo que él pidió un chuletón, yo pedí algo sencillo porque sabía que tendría que pagar él y, para justificarme le dije: Leonardo es que tú eres muy carnívoro. Y me respondió con una de sus bromas fraternas: ya dice san Pablo que todo somos carnales…
Estas son al menos mis informaciones. Si estoy equivocado agradeceré que me las corrijan. Si no, espero a ver si ese diario se atreve a corregir y matizar su error. En una sociedad plural cada cual puede estar en la postura que quiera: eso es cosa de la conciencia propia. Pero lo que nadie puede hacer es defender sus posiciones y sus intereses a cosa de la verdad. Aunque todos debamos reconcer que, a veces, la verdad no se entrega fácilmente.
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