El papa León XIV, experiencia y cercanía con la realidad asiática Agustinos de Asia: "Prevost dejó una impresión imborrable, sobre todo por su cálida presencia y por su humildad"

(Vatican News).- El papa León XIV no es un desconocido en Asia. Es una noticia que infunde esperanza entre los creyentes de las naciones y territorios del continente más vasto y plural, donde vive dos tercios de la humanidad. Su experiencia y cercanía con la realidad asiática se consolidaron especialmente durante el periodo en que Robert Francis Prevost fue prior general de la Orden de San Agustín y, como responsable de la comunidad, fue llamado a visitar y acompañar a las comunidades y misiones agustinas en todo el mundo.

Los agustinos en Asia

Los frailes agustinos tienen una historia larga y rica en Asia. Fundaron misiones en Filipinas, Japón, China, Vietnam, India, Corea del Sur, e Indonesia. Hoy en día cuentan con comunidades establecidas y enraizadas, gracias también a vocaciones locales que han permitido al orden consolidarse y asumir un rostro eminentemente asiático. Los agustinos llegaron a Asia en el siglo XVI, particularmente a Filipinas, donde se los considera entre los primeros evangelizadores del archipiélago y, seguidamente, expandieron su presencia a otras partes del continente.

A menudo trabajaron en contextos de primera evangelización, donde no había presencia cristiana. Su misión evangelizadora, junto con el anuncio de Cristo y el servicio pastoral, se centró sobre todo en la educación, la defensa de los derechos de los pobres y marginados, y el diálogo intercultural.

La visita a Filipinas en 2010

En más de quinientos años de misión, los religiosos han ampliado su presencia y continúan sirviendo en diversas naciones como Japón, India, Corea del Sur e Indonesia. «Este legado está muy presente en el bagaje humano, espiritual y pastoral del Papa León XIV», comenta en una entrevista con los medios vaticanos el padre Anthony Banks, delegado para Asia en el Consejo General de la Orden de San Agustín. «Durante su servicio como prior general, por doce años, pudo conocer, apreciar y hacerse apreciar por las comunidades agustinas esparcidas por el continente, teniendo la oportunidad de frecuentar contextos y culturas diversas, sumergiéndose en las civilizaciones y tradiciones culturales y religiosas milenarias de Asia», subraya.

En los territorios asiáticos, como en otras partes del mundo, la familia religiosa agustina se extiende a monjas y laicos que siguen la misma espiritualidad. Por tanto, los contactos del prior Prevost fueron amplios y variados, siempre abiertos a las realidades pastorales, educativas y sociales vinculadas a las misiones agustinas.

El provincial de la OSA en Filipinas, el padre Dante M. Bendoy, recuerda que Robert Francis Prevost, durante su visita a Filipinas en 2010, «dejó una impresión imborrable, sobre todo por su cálida presencia y por su humildad».

El Papa León XIV y la India

Desde la India, el padre Stephen Alathara, vicesecretario general de la Conferencia de Obispos de rito latino, declaró a la agencia Fides: «León XIV es recordado en India con benevolencia, como un hombre sencillo, que supo adaptarse a las condiciones locales. Todos lo describen como un hombre de escucha y diálogo, una persona de profunda espiritualidad y de relaciones humanas. Sobre todo, impactó a todos el hecho de que pasaba largas horas en adoración eucarística en silencio».

Las dos visitas del padre Prevost a India, en 2004 y 2006, incluyeron varias comunidades en Kerala y Tamil Nadu. Los religiosos indios recuerdan que en 2006 el futuro pontífice se tomó el tiempo de visitar la escuela gestionada por los padres agustinos en la diócesis de Coimbatore, en Tamil Nadu, donde compartió momentos con niños y jóvenes. También quiso encontrarse con la comunidad parroquial de San Tomás en Thalapuzha, en la diócesis de Calicut, en Kerala: «Estos son gestos que revelan un deseo plenamente misionero de estar siempre en contacto con la realidad, con las personas. Esperamos recibirlo nuevamente en India como León XIV», expresa Alathara.

Relatos desde Indonesia y Japón

También los agustinos de Indonesia recuerdan los encuentros que tuvieron con él durante su visita a las comunidades locales en 2003. El padre Jan Pieter Fatem, actual responsable del vicariato de Papúa, lo define como «una persona auténtica que vivió con gran entusiasmo la vida comunitaria, un hombre lleno de amor y buen oyente. Como hermano siempre fue considerado un ejemplo de cómo encarnar nuestra espiritualidad agustiniana».

Los religiosos que lo conocieron durante sus cinco viajes a Corea del Sur lo consideran «una persona moderada, un portador de unidad, que supo armonizar diversas sensibilidades y tensiones».

Y enJapón, un aspecto que el padre Prevost tuvo muy presente, señala el padre Banks, fue «la historia de la presencia agustina en Japón, marcada por el martirio de varios miembros durante los periodos de persecución religiosa». Además, recuerda que «se conmovió profundamente en Nagasaki, al pensar en las víctimas de la bomba atómica. Y su presencia siempre fue portadora de esperanza».