Navidad extraña en Tierra Santa por las restricciones de la pandemia Una Belén desangelada por la covid-19 inicia la Navidad ortodoxa

Celebraciones navideñas ortodoxas en Belén
Celebraciones navideñas ortodoxas en Belén

La solemne llegada a la Plaza del Pesebre de los principales representantes de las iglesias ortodoxas en Tierra Santa comenzó a primera hora ante un escenario con escaso público

Teófilo III, patriarca de la Iglesia Ortodoxa Griega, oficiará esta noche la Misa del Gallo en la Basílica de la Natividad y dará así el pistoletazo de salida al inicio de la Navidad para la comunidad ortodoxa de Tierra Santa

La minoría crsitiana palestina no podrá asistir por las restricciones de la pandemia, y las celebraciones navideñas tienen un tono menor sin precedentes

Cisjordania está sujeta a medidas de cierre desde hace semanas, con un toque de queda nocturno diario, confinamiento en fines de semana y restricciones de movilidad entre provincias

Belén, cuna del cristianismo, inició hoy las celebraciones de la Navidad ortodoxa -que tiene lugar mañana- con la tradicional llegada a la Basílica de la Natividad de los patriarcas de varias iglesias, en un evento con restricciones por la pandemia de la covid-19 seguido en gran medida por la comunidad cristiana local.

La solemne llegada a la Plaza del Pesebre de los principales representantes de las iglesias ortodoxas en Tierra Santa comenzó a primera hora ante un escenario con escaso público, donde el ambiente desangelado por las medidas restrictivas se amenizó con el sonido de las gaitas y los desfiles de los grupos de Boyscout locales.

El primero en llegar fue el arzobispo de la Iglesia Ortodoxa Siria, Gabriel Dahlo, al que siguieron el vicario patriarcal de la Iglesia Ortodoxa Copta, obispo Anba Antonious, y el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Griega, Teófilo III.

El religioso griego oficiará esta noche la Misa del Gallo en la Basílica de la Natividad -donde la tradición establece que nació Jesús-, y dará así el pistoletazo de salida al inicio de la Navidad para la comunidad ortodoxa de Tierra Santa, que a diferencia de los católicos, sigue el calendario juliano.

Gran parte de palestinos de la minoría cristiana de la región son ortodoxos. Cada año, durante estas fechas, estaban acompañados por multitud de turistas y peregrinos de todo el mundo que colmaban templos y festividades religiosas. Sin embargo, en esta ocasión no pueden asistir por las restricciones de la pandemia, y las celebraciones navideñas tienen un tono menor sin precedentes.

Israel -que controla las fronteras exteriores- veta la entrada de extranjeros con visado de turista desde marzo, lo que ha asestado un duro golpe a la economía de ciudades como Belén, muy dependiente del sector turístico y con un desempleo que roza el 40 %.

Pese a todo, las autoridades locales han mantenido el programa de eventos típico de la temporada navideña, aunque ceremonias y actos se han realizado bajo limitaciones, formato reducido y priorizando su retransmisión virtual para evitar la congregación de grupos.

Cisjordania, que recientemente registró un aumento exponencial de infecciones, está sujeta a medidas de cierre desde hace semanas, con un toque de queda nocturno diario, confinamiento en fines de semana y restricciones de movilidad entre provincias, por lo que la celebración de la Navidad en Belén queda relegada casi exclusivamente a la población ortodoxa local.

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